La cantante mexicana Ángela Aguilar reveló que atravesó una devastadora crisis de salud mental que la llevó a perder drásticamente 10 kilos en menos de un mes, como consecuencia directa de la brutal campaña de odio que desataron las redes sociales tras hacer pública su relación con Christian Nodal.
La hija de Pepe Aguilar confesó públicamente que la presión mediática y el ciberacoso masivo le provocaron episodios severos de depresión y ansiedad que pusieron en riesgo su estabilidad física y emocional, obligándola a buscar apoyo psicológico profesional de emergencia.
«Las críticas constantes me destruyeron por dentro», habría revelado la joven artista, evidenciando cómo el escrutinio público sobre su vida privada se convirtió en una tortura psicológica que casi la lleva al colapso total de su salud mental.
La pérdida extrema de peso en tan corto tiempo alarmó a su círculo cercano, siendo determinante el «acompañamiento incondicional de su familia» para evitar que la situación escalara a consecuencias más graves que podrían haber puesto en peligro su vida.
Esta confesión desgarradora expone la cara más oscura de la fama en la era digital, donde el ciberacoso puede convertirse en un arma letal contra figuras públicas que ven cómo su salud mental se desploma bajo el peso de la crueldad anónima de usuarios que atacan sin medir las consecuencias devastadoras de sus comentarios.
