Hace un año, Andrés Sandoval activó el Código Blanco para proteger a su hija: hoy rompe el silencio y cuenta su versión
Hace exactamente un año, el actor colombiano Andrés Sandoval tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: activar el Código Blanco, un protocolo especializado para proteger a víctimas de violencia sexual, con el objetivo de salvaguardar a su hija. La medida, que generó un intenso revuelo mediático y familiar, marcó un punto de quiebre en la vida del artista y de su entorno más cercano.
En su momento, la situación fue revelada por su exesposa, la también actriz Kathy Osorio, quien compartió públicamente su experiencia sobre ese duro episodio, así como el complejo proceso que significó el regreso de sus hijos a su hogar. Osorio destacó la tensión emocional y el impacto que todo esto tuvo sobre la familia, pero también habló de reconciliación y del restablecimiento de la confianza.
Hoy, en una entrevista exclusiva, Andrés Sandoval rompe el silencio y ofrece su versión de los hechos. “Lo hice porque sentí que era lo correcto. Como padre, mi prioridad siempre ha sido proteger a mis hijos”, afirmó el actor, visiblemente conmovido. Según explicó, la decisión de activar el Código Blanco no fue tomada a la ligera, sino después de recibir una alerta que lo hizo actuar con rapidez y responsabilidad.
Sandoval relató que, tras la activación del protocolo, se puso en marcha una investigación con acompañamiento psicológico y legal para garantizar la integridad de su hija. “Fue un proceso doloroso, pero necesario. Lo más importante era que se esclareciera todo, sin asumir culpables prematuros, pero sin ignorar señales de alarma”, aseguró.
La situación finalmente se resolvió sin consecuencias judiciales, pero dejó una huella profunda en la vida de ambos padres. Sandoval afirma que, pese a las diferencias con su exesposa, hoy mantienen un canal de comunicación centrado en el bienestar de sus hijos.
“Decidí hablar porque durante mucho tiempo solo se escuchó una parte de la historia. No quiero revivir el dolor, pero sí dejar claro que actué con responsabilidad y con amor”, concluyó Sandoval.
Este testimonio reabre el debate sobre la protección de menores, el papel de los padres ante posibles situaciones de riesgo y la necesidad de protocolos efectivos, pero también equilibrados, en contextos de alta sensibilidad familiar.




