Un hecho increíble ocurrió en la ciudad de Pilsen, República Checa, cuando una anciana de 88 años, declarada muerta por una médica forense, abrió los ojos dentro del ataúd justo antes de ser preparada para el funeral. Anciana de 88 años despierta en ataúd y deja en shock a funeraria.
El esposo de la mujer llamó al número de emergencias al no poder despertarla. Los paramédicos acudieron a la casa, pero derivaron el caso a una empresa forense privada. La forense que atendió no realizó exámenes clínicos y certificó la muerte sin pruebas médicas rigurosas. Más tarde, trasladaron el cuerpo a la funeraria.
Allí, los empleados vivieron una escena de película: la mujer recuperó la conciencia mientras estaba en el ataúd. De inmediato, la llevaron a un hospital, donde los médicos confirmaron que nunca estuvo muerta.
Investigación penal por negligencia médica
Las autoridades checas despidieron a la médica forense que certificó la muerte. La Fiscalía abrió una investigación penal por negligencia profesional, un delito que puede implicar hasta tres años de prisión si se confirma su responsabilidad.
Los expertos en medicina legal advierten que en personas mayores, con enfermedades crónicas o signos vitales débiles, pueden confundirse los síntomas con el fallecimiento. El caso deja en evidencia la urgente necesidad de protocolos más estrictos para declarar una muerte.
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¿Efecto Lázaro? Cuando la muerte se equivoca; Anciana de 88 años despierta en ataúd y deja en shock a funeraria
Este tipo de casos se conocen como el Efecto Lázaro, una condición extremadamente rara en la que el cuerpo muestra señales de vida tras haber sido declarado clínicamente muerto. Entre 1982 y 2022, se registraron al menos 74 casos documentados en Estados Unidos, según los Institutos Nacionales de Salud.
El reciente suceso en Pilsen ha reabierto el debate en Europa sobre los riesgos de diagnósticos apresurados en muertes domiciliarias y la falta de equipos adecuados para verificar signos vitales en adultos mayores.
