América de Cali quedó eliminado de la CONMEBOL Sudamericana tras caer 2-0 ante Fluminense en el estadio Maracaná, resultado que selló un marcador global de 4-1 a favor del equipo brasileño. A pesar de dominar ampliamente la posesión del balón (61%), el cuadro escarlata mostró muy poca capacidad para generar peligro real y nunca logró meterse en la serie.
El conjunto dirigido por Diego Gabriel Raimondi fue superado en efectividad e intensidad. A los 23 minutos, el colombiano Kevin Serna abrió el marcador para Fluminense, dejando en evidencia una defensa americana que se mostró imprecisa y desconectada desde el arranque. En el complemento, Matheus Martinelli sentenció la serie con el segundo tanto, aprovechando la pasividad de un rival sin respuestas tácticas ni anímicas.
América tuvo más la pelota, dio más pases (571 frente a 362) y tuvo mejor precisión en ellos (84%), pero todos esos números fueron estériles. Solo remató dos veces al arco y mostró una alarmante falta de ideas en los últimos metros. La posesión fue vacía, sin profundidad ni desequilibrio, en contraste con un Fluminense que con menos balón fue mucho más agresivo y claro en sus intenciones.
El partido dejó en evidencia las limitaciones ofensivas de un América sin peso en ataque. La ausencia de un generador de juego real y la poca movilidad en el frente ofensivo facilitaron la tarea defensiva del “Flu”. Ninguno de los extremos logró desbordar con eficacia, y los delanteros fueron fácilmente neutralizados por la zaga rival.
Desde lo anímico, el equipo caleño también se vio superado. Aunque llegó con la ilusión de dar vuelta la serie, nunca mostró convicción ni intensidad. Las pocas ocasiones creadas fueron aisladas y sin coordinación colectiva. La expulsión no llegó, pero el desgaste mental fue notorio en la segunda parte, cuando América pareció resignado a la eliminación.
Con esta derrota, el conjunto vallecaucano cierra su participación internacional con una campaña discreta, marcada por la falta de gol y decisiones tácticas cuestionables. La dirigencia deberá analizar con profundidad qué tipo de proyecto quiere consolidar, ya que el rendimiento mostrado no estuvo a la altura de un equipo con aspiraciones continentales.
Ahora, América de Cali deberá enfocarse en la Liga colombiana, donde aún busca afianzar una identidad de juego clara. La eliminación en Sudamericana es un golpe duro, pero también una oportunidad para replantear estructuras y decisiones técnicas que hasta ahora no han dado el resultado esperado en escenarios de alta exigencia.