Un miembro del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía de Bogotá ha desatado terror con insistentes amenazas de muerte contra su expareja, a quien ya agredió brutalmente en el pasado.
El policía en cuestión, ahora ha perdido su cargo, además el patrullero Brayan Enrique Guzmán Gaitán registra antecedentes recientes por posibles lesiones personales, luego de que presuntamente agrediera a un hombre en plena vía pública, luego de salir de una discoteca en Bogotá.
Amenazas de Muerte y Violencia Persistente
Un nuevo caso de violencia de género ha encendido las alarmas en Bogotá, luego de que un oficial de la Policía, identificado como Brayan Guzmán Gaitán, emitiera repetidas amenazas de muerte contra su expareja, pese a tener una orden de arresto vigente.
En varios videos, Guzmán se dirige a la cámara, asegurando con frialdad que su único objetivo es asesinar a la mujer. “Mucho gusto, Brayan Guzmán, el que le va a quitar la vida”, se le escucha decir en una de las grabaciones, donde aparece sin camiseta y mirando directamente a la cámara, en un gesto que parece intimidar a su víctima.
La mujer, quien ya había sido brutalmente agredida por Guzmán en el pasado, ha optado por esconderse debido al constante acoso. Sin embargo, las amenazas no han cesado. En otro video, el uniformado insiste: “Yo la quiero matar, yo Guzmán Gaitán la quiero matar”, y se burla del sistema judicial al afirmar que, sin importar las denuncias en la Fiscalía o la Comisaría de Familia, llevará a cabo el crimen.
Antecedentes de Violencia y Golpiza Brutal
Este no es el primer episodio violento protagonizado por Guzmán. Meses atrás, la mujer fue víctima de una golpiza que le dejó lesiones graves, incluyendo una fractura en los huesos propios nasales. El informe de Medicina Legal determinó que las heridas le ocasionaron más de 40 días de incapacidad. A pesar de este precedente de violencia intrafamiliar, el oficial sigue en libertad, lo que agrava la situación de riesgo para la víctima.
Impunidad y Temor por un Feminicidio Anunciado
La gravedad del caso ha generado preocupación, no solo por las amenazas explícitas, sino también por la aparente inacción frente a la orden de arresto contra Guzmán. En sus declaraciones, el uniformado ha dejado claro que no teme enfrentar una condena en prisión, asegurando que cumpliría con el feminicidio a toda costa.
El caso evidencia una preocupante falla en el sistema de protección para las víctimas de violencia de género, dejando en vulnerabilidad a una mujer que ya ha sufrido agresiones severas y enfrenta amenazas de muerte inminentes.
