El pasado 25 de agosto, sobre las 8 de la noche aproximadamente, Germán Carrillo se encontraba transitando por la zona que conduce hacia su residencia ubicada en el barrio Villa Alexander, cuando fue abordado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta de color rojo y de gama baja que lo amenazaron con un objeto cortopunzante para que les hiciera entrega de sus pertenencias.
Los asaltantes
Los dos presuntos delincuentes se encontraban merodeando la zona minutos antes, al parecer, para identificar a su víctima, pues vecinos del sector aseguraron que ambos sujetos se encontrarían manejando a una velocidad baja observando a su alrededor y verificando que no se toparan con uniformados.
El robo
A Carrillo le arrebataron su bolso en el cual llevaba dinero en efectivo, documentos de la empresa para la cual trabaja y documentos de identidad, igualmente, le extrajeron del bolsillo de su pantalón un teléfono avaluado en aproximadamente 800 mil pesos, pertenencias que le exigieron entregar tras amenazarlo con un arma blanca.
Testigos
La comunidad residente del sector aseguró que el asalto no tardó más de 5 minutos, pues los sujetos al parecer se habrían colocado al lado de su víctima, el parrillero descendió de la motocicleta y en cuestión de segundos le hurtaron sus pertenencias. Posterior a esto, el presunto delincuente se subió de nuevo al automotor y ambos emprendieron la huida por toda la avenida conocida como vía Nariño.
Pronunciamiento
“Me robaron mi único medio de comunicación y el dinero que había recolectado de mi trabajo diario, además esta es una zona muy oscura, el alumbrado público no es suficiente para identificar a las personas que transitan por aquí”, afirmó Carrillo.
El llamado
Residentes afirmaron que no es el primer caso de hurto que se presenta en la zona, pues casi a diario se estarían registrando múltiples hurtos bajo la modalidad de asalto a mano armada para amedrentar a las víctimas que se dirigen o a sus trabajos o a sus hogares, a lo que piden un llamado a la Administración para reforzar la vigilancia en la zona y colocar el alumbrado público correspondiente a una zona que es transitada por muchos transeúntes y conductores, en especial, en horas de la noche y que son víctimas de presuntos delincuentes o los ‘amigos de lo ajeno’.
