Ambiente de intimidación denunció públicamente

Alias “Iván Mordisco”, cabecilla.
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La Cooperativa Ecomun Multiactiva Agroforestal Santa Clara (CEMAS) denunció públicamente que las disidencias del grupo armado ‘Carlos Patiño’ estarían obligando a las comunidades del Cañón del Micay, en el municipio de El Tambo, a participar del bloqueo de la vía Panamericana. Según la denuncia, las comunidades están siendo sometidas a presiones y amenazas de sanciones económicas que podrían ascender a 10 millones de pesos para aquellas familias que se nieguen a apoyar esta protesta. Este reclamo se centra en exigir la desmilitarización de la región, pero se señala que la movilización está siendo instrumentalizada por el grupo armado, desconociendo la voluntad de los habitantes.

Reclamos

El comunicado emitido por CEMAS resalta que las comunidades de Argelia y El Plateado, dos de las principales zonas de presencia militar en la región, no están participando en estas protestas. En cambio, se afirma que solo las comunidades de El Tambo están siendo presionadas para tomar parte en las movilizaciones, lo que refuerza la idea de que presuntamente los líderes del grupo armado están utilizando a la población civil para fines que no corresponden a sus intereses legítimos.

El bloqueo de la vía Panamericana, que comenzó el 26 de noviembre, ha generado gran preocupación tanto a nivel local como nacional, pues afecta el tránsito en esta zona del país. La protesta está siendo convocada bajo la exigencia de la desmilitarización del Cañón del Micay, pero las presuntas denuncias de presión por parte de las disidencias han desvirtuado el carácter pacífico y voluntario de la manifestación.

Inseguridad

La situación ha escalado en un contexto de tensión política, con las comunidades a la espera de una intervención de alto nivel. Se espera la presencia del presidente Gustavo Petro y el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, para tratar de resolver la crisis y abordar las demandas de las comunidades. Sin embargo, el ambiente de intimidación y las aparentes presiones de los grupos armados complican cualquier intento de diálogo, dejando a los pobladores atrapados entre las exigencias de los actores armados y la necesidad de preservar su seguridad y bienestar.


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