La noche del jueves, el presidente Gustavo Petro sorprendió al país con una alocución denunciando sobre supuestas interceptaciones ilegales mediante el software ‘Pegasus’.
Aunque se esperaba que su intervención se centrara en el paro camionero, que ya cumple tres días de bloqueos, el mandatario abordó este delicado tema, generando una nueva polémica en el panorama político y diplomático.
La denuncia del Presidente
Durante su alocución, Gustavo Petro reveló un informe que, según él, llegó a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) el 27 de agosto de 2024. Este informe detallaba movimientos financieros sospechosos relacionados con la compra del software ‘Pegasus’, conocido por su capacidad de interceptar comunicaciones privadas. El presidente denunció que el software, desarrollado por la empresa israelí NSO Group Technologies, habría sido adquirido por la Dirección de Inteligencia Policial de Colombia (Dipol) mediante dos pagos de 5,5 millones de dólares en efectivo.
Esta noche a las siete de la noche en alocución pública por televisión pública, daré una información muy relevante ante para el país
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 4, 2024
Petro afirmó que el pago por la compra de ‘Pegasus’ se realizó en 2021, cuando un banco israelí reportó una actividad inusual en la cuenta de NSO. Los pagos, según el mandatario, fueron llevados en efectivo desde Bogotá hasta Tel Aviv, generando alertas en el sistema financiero de Israel. El software, que ha sido utilizado en varios países para espiar teléfonos móviles, ha sido objeto de controversia mundial por la violación de derechos de privacidad que implica.
Un lockout empresarial y la diplomacia en tensión
Aunque Petro hizo una breve mención al paro camionero, que calificó como un «lockout empresarial», centró su intervención en la denuncia de las interceptaciones ilegales. También mencionó la complicada relación diplomática con Israel, señalando que el embargo sobre el informe había sido obviado debido a la ausencia de relaciones bilaterales formales, lo que agrava aún más la situación.
"¿Cómo salen del país 11 millones de dólares en efectivo en un avión desde oficinas estatales hacia Israel para comprar un software que espía comunicaciones? ¿A quiénes más interceptaron? ¿Con qué orden judicial se realizaron esas interceptaciones? ¿De dónde salió el dinero?":… pic.twitter.com/7fVSXCHOmm
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) September 5, 2024
El presidente cuestionó la legalidad de estas interceptaciones, sugiriendo que las operaciones fueron un «lavado de activos desde el propio Estado». En su alocución, se preguntó: «¿A quiénes más interceptaron? ¿Con qué orden judicial se realizaron estas interceptaciones? ¿De dónde salió el dinero?». Estas interrogantes dejan abierta la posibilidad de futuras investigaciones sobre el uso de ‘Pegasus’ en Colombia y sus implicaciones legales.
Un escándalo que trasciende fronteras
La compra y uso del software ‘Pegasus’ ha generado controversia en varios países, y ahora Colombia parece estar en el centro de una nueva tormenta diplomática. La denuncia del presidente Petro no solo pone en tela de juicio la legalidad de las acciones de inteligencia en el país, sino que también plantea serios cuestionamientos sobre el manejo de fondos estatales para adquirir herramientas de vigilancia.
