Tener una alacena bien surtida es clave para mantener una alimentación equilibrada y facilitar la preparación de comidas diarias. Algunos alimentos básicos no deben faltar por su versatilidad, durabilidad y valor nutricional. Estos productos permiten improvisar platos rápidos sin necesidad de hacer compras constantes, además de brindar una base sólida para una dieta saludable.
Los granos y cereales como arroz, avena, lentejas y frijoles son indispensables. Son económicos, nutritivos y pueden almacenarse por largos periodos sin necesidad de refrigeración. Además, aportan energía, fibra y proteínas vegetales, lo que los hace fundamentales en la alimentación diaria, especialmente en dietas vegetarianas o veganas.
Las conservas también son grandes aliadas en la alacena. Latas de atún, sardinas, tomate triturado, maíz y legumbres cocidas permiten preparar comidas completas sin complicaciones. Estos productos tienen una larga vida útil y son útiles para resolver rápidamente una comida cuando no hay tiempo para cocinar desde cero.
No deben faltar tampoco los aceites y condimentos. Aceite de oliva, sal, azúcar, vinagre, especias y hierbas secas son esenciales para dar sabor y variedad a las comidas. Tener una buena selección de estos ingredientes permite transformar platos simples en preparaciones sabrosas y atractivas.
Finalmente, es recomendable tener algunos productos secos como pastas, harinas, galletas integrales y frutos secos. Estos alimentos complementan la alacena y permiten elaborar desde desayunos hasta cenas, además de ser opciones prácticas para colaciones saludables. Una alacena bien equipada no solo ahorra tiempo y dinero, sino que también promueve una mejor alimentación en el día a día.



