La digestión es el proceso mediante el cual se descomponen los alimentos en partes más pequeñas para que el cuerpo las pueda usar como energía y para crear y nutrir las células. Este proceso empieza en la boca, de allí se pasa al esófago mediante la deglución, del esófago al estómago y hasta el intestino en un proceso de reacciones que permitirán finalmente su absorción y aprovechamiento.
El tiempo que tarda el cuerpo en digerir los alimentos es variable, cambia según cuál ha sido la comida, el sexo de la persona y otras características individuales. Aun así, por lo general, se estima que puede tardar en completarse entre dos y cinco horas y, en completar todo el tránsito intestinal, es decir, la cantidad de tiempo que tardan los alimentos en ir desde la boca hasta el final del intestino, una persona que no sufra de estreñimiento puede tardar de 30 a 40 horas, aunque se puede considerar normal hasta un máximo de 72 horas, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Los motivos por los que un alimento puede ser indigesto son muchos y no todas las personas se ven afectadas de igual forma, pero existen algunos que lo son más debido a su composición y características. Hay alimentos que no solo no son saludables, sino que también son poco digeribles, como ocurre con la comida basura o el alcohol.
Aun así, también hay algunos alimentos que, por muy saludables que sean, deben consumirse con moderación o evitarse en determinados momentos del día, ya que producen digestiones pesadas. Aunque la dieta sea equilibrada, hay ciertos alimentos que pueden provocar problemas como hinchazón, estreñimiento o pesadez abdominal.
LOS ALIMENTOS MÁS INDIGESTOS
Lechuga

Aunque es uno de los alimentos por excelencia de una dieta saludable, resulta bastante indigesta para muchas personas. Esto es aplicable también en el caso de la escarola, las endivias u otras verduras consumidas crudas, ya que son ricas en celulosa, una fibra que no es atacada por las enzimas del proceso digestivo y pasa prácticamente intacta al intestino grueso, lo que puede provocar gases, hinchazón, calambres abdominales o diarrea.
Para evitar estos síntomas, es recomendable equilibrar la cantidad de fibra soluble e insoluble y masticar bien los vegetales crudos para facilitar el proceso digestivo.
Alcohol

Es de sobra conocido lo perjudicial que resulta el alcohol para la salud. Su consumo produce un desequilibro químico y una destrucción de las células hepáticas que, en casos graves, se puede convertir en una hepatitis o cirrosis.
Leche

La leche puede provocar gases, diarrea y distensión abdominal. Para digerir bien la leche es necesaria la lactasa, una enzima producida en el intestino delgado responsable de hidrolizar la lactosa y metabolizar sus componentes. En caso de que no se digieran bien, se debe consumir con moderación o sustituirla por productos son lactosa o bebidas vegetales.
Frituras

Las frituras causan una digestión lenta, lo que puede provocar síntomas gástricos como acidez o pesadez de estómago. Además, en el caso de personas con gastritis o cálculos en la vesícula pueden resultar irritantes y difíciles de tolerar.
Carne roja

La carne roja tiene un alto porcentaje de grasas y, por lo tanto, no es la más adecuada para una buena digestión. Es recomendable consumirá con moderación y acompañada de alimentos ligeros.
Bollería

En general, cualquier producto que contenga grasas saturadas y azúcares, como la bollería y los dulces, resultará indigesto, además de perjudicial para la salud. Este tipo de productos se pueden sustituir por hidratos de carbono con baja carga glucémica.




