Durante dos meses de arduas acciones adelantadas y lideradas por la Unidad Contra el Crimen Organizado de la Seccional de Investigación Criminal METIB, realizaron la recolección de material probatorio que dio sustento jurídico para adelantar dos diligencias de allanamiento y registro en inmuebles estratégicamente ubicados en este sector de la ciudad.
La operación fue desarrollada en coordinación con la Fiscalía 60 Seccional EDA de Ibagué, quien autorizó las órdenes judiciales por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y destinación ilícita de muebles e inmuebles.
En la intervención fueron hallados múltiples elementos materiales probatorios y evidencias físicas asociados directamente con la actividad ilícita del microtráfico. Dentro de los elementos incautados se destacan:
170 gramos de cocaína, fraccionada en más de 80 envolturas listas para la distribución, con un valor aproximado de $810.000.
Dinero en efectivo por un valor superior a $897.200, distribuido en monedas y billetes de diferentes denominaciones, presuntamente producto de la venta diaria de las sustancias alucinógenas.
Elementos logísticos y de dosificación, tales como: bolsas plásticas transparentes, calculadora, rascadora y libretas con registros contables del negocio ilícito.
Una libreta y un block de apuntes con registros de lo que serían ventas diarias, horarios de entrega, turnos y montos, lo que refuerza la tesis de una estructura de microtráfico organizada.
Con estos hallazgos se procedió a la captura en flagrancia de Luis Rojas, de 18 años, conocido como alias “Pompilio”, quien operaba como presunto líder del expendio en estas residencias. Esta persona tendría bajo su mando una estructura informal dedicada a la comercialización directa de estupefacientes, generando ingresos ilícitos diarios cercanos a los 3.000.000 de pesos.
La ubicación estratégica de estos inmuebles permitía el acceso constante de consumidores, presumiendo también que utilizaba a jóvenes del sector para realizar entregas tipo “menudeo”, afectando el tejido social, exponiéndolos al riesgo y perpetuando el ciclo criminal.
Finalmente, el implicado fue puesto a disposición por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, y destinación ilícita de muebles e inmuebles. Posteriormente, mediante audiencia, fue cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario.




