Las presuntas ventajas judiciales otorgadas recientemente a Óscar Camargo Ríos, alias ‘Pichi’, han puesto bajo la lupa disciplinaria a los juzgados que han manejado su expediente penal.

Camargo Ríos, conocido como ‘el Pablo Escobar de Bucaramanga’, se fugó de una urbanización en El Poblado, al suroriente de Medellín, donde estaba bajo detención domiciliaria. Este hecho ha generado un fuerte rechazo por parte de las autoridades de Bucaramanga y Medellín, quienes consideran que los jueces responsables han sido demasiado indulgentes con un hombre que ha evadido la justicia en 14 ocasiones.
En medio del escándalo, resurgió una investigación preliminar del Consejo Nacional de Disciplina Judicial, iniciada el 1 de octubre, para determinar si hubo irregularidades por parte del Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Bucaramanga, que absolvió a ‘Pichi’ de múltiples cargos, y el Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de la misma ciudad, que le concedió el beneficio de la detención domiciliaria.
El 24 de julio, una jueza absolvió a ‘Pichi’ de los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, tráfico de armas, desaparición forzada, tráfico de estupefacientes y fuga de presos, argumentando que la Fiscalía no presentó pruebas suficientes para respaldar las acusaciones.
La jueza señaló que, en particular, en el caso del delito de fuga de presos, la Fiscalía no aportó ninguna prueba, ni testimonial ni documental, para sustentar la acusación, lo que llevó a la absolución en este cargo.




