Kylian Mbappé, que había estado en racha, parece haber perdido su brillo en los últimos encuentros, quedándose sin goles ni asistencias en sus partidos contra el Betis y el Atlético de Madrid.
Después de haber anotado 18 goles en 19 partidos, su rendimiento ha caído drásticamente, con solo un disparo a puerta en estos dos últimos encuentros.
La transformación del jugador ha sido notable. De ser el Mbappé que deslumbraba a Florentino Pérez, ha pasado a convertirse en una «nota discordante» en el Euroderbi. Tras un periodo de gran forma, donde acumuló 28 goles y 5 asistencias, su producción se ha estancado, dejando a los aficionados y analistas sorprendidos.
Internamente, el club no parece alarmado, pero la situación ha generado inquietud fuera de la institución. Carlo Ancelotti salió en defensa del delantero, explicando que Mbappé había estado lidiando con un dolor de muelas que le impidió entrenar adecuadamente durante tres días. “No llegó al partido contra el Betis en su mejor condición, y estos minutos le han venido bien”, comentó el técnico, aunque también bromeó sobre la situación: “Ha perdido la muela y creo que no la va a recuperar”.
Los números reflejan la realidad de su bajo rendimiento. En el partido contra el Atlético, su único intento de gol fue un disparo desde fuera del área, sin convicción, que terminó en las manos de Jan Oblak. Además, sus regateos fueron ineficaces (0 de 4), no logró forzar ninguna falta, perdió 12 balones (su cuarta peor cifra como madridista) y tuvo su día más oscuro en duelos ofensivos, ganando solo 2 de 10. Su porcentaje de pases fue el más bajo entre los jugadores de campo, con un 82.5%, superando solo a Courtois, quien tuvo un 79.2%. En resumen, Mbappé se ha convertido en una sombra de sí mismo, y el equipo necesita urgentemente que recupere su forma.




