En 1960, un británico llamado David Latimer hizo algo que parecía un simple experimento… pero terminó creando un ecosistema que vivió más de medio siglo sin tocarse jamás. 🤯🌍Dentro de una botella sellada, plantó una humilde Tradescantia, la regó un par de veces… y en 1972 la cerró para siempre. Desde entonces nadie volvió a abrirla. ¡Y aun así siguió verde, viva y creciendo! 💧🌞Esto es posible porque la planta creó su propio ciclo perfecto: Fotosintetizaba, respiraba, se descomponía, reciclaba nutrientes y hasta producía su propia “lluvia” interna. Un microplaneta autosuficiente movido solo por la luz del sol. ♻️✨Este terrario se convirtió en uno de los ecosistemas cerrados más famosos del mundo, demostrando que la vida puede encontrar equilibrio incluso en un frasco sellado. 🌱🫙




