Es de resaltar que, en lo corrido del 2022, el departamento nariñense ha sido escenario para múltiples eventos de violencia en diferentes modalidades siendo los más evidentes los que preceden al narcotráfico junto a grupos armados organizados residuales, de igual forma la preocupante situación que se ha generado tras los varios hechos de feminicidio dentro del territorio.
Como mencionó la ONG MSF, uno de los efectos más evidentes en temas de violencia es el fenómeno del desplazamiento, y en Nariño las cifras rodean los 5 mil afectados por esta problemática, siendo el caso más reciente los desplazados del consejo comunitario Unión de Cuenca Isalgualpi; como señaló la organización no gubernamental, la situación presente es “una crisis humanitaria”.
«Desde comienzos de marzo, MSF fue testigo del desplazamiento de comunidades del río Patía, en el municipio de Magüí Payán, y de otras más en los ríos Ispi y Piri, en Roberto Payán, lo que ha generado desplazamientos masivos a las cabeceras urbanas tanto de Magüí, como de Roberto Payán y Barbacoas”. Según colaboradores de la ONG que desarrollan actividades en el departamento sureño, comentaron que, «la persistencia de la crisis requiere de una respuesta inmediata de las instituciones». Esto a raíz de las cifras relacionadas al Triángulo de Telembí, donde se han reportado cuatro desplazamientos masivos de las comunidades pertenecientes a esta subregión del pacífico durante los últimos meses.
Según el recuento de las autoridades, las familias afectadas por el fenómeno del desplazamiento son entre 89 desplazados en Magüí Payán, 495 en Barbacoas y 927 en Roberto Payán; cifras que pese a los esfuerzos de las autoridades y entes no gubernamentales tienden a crecer día tras día.




