Inadecuada gestión de la cadena del cadáver dejó al descubierto falencias en las acciones relacionadas con el manejo de restos mortales en morgues, laboratorios de tanatopraxia, traslado de cadáveres, velación y cementerios, es la situación que se viene presentando en la mayoría de los municipios del Departamento, generando una problemática de salud pública y de afectación al medio ambiente por las condiciones en que estos servicios se vienen prestando.
Complejidad
Así lo dio a conocer la ingeniera Soraida Cruz Sierra, referente de Seguridad Química y Residuos Peligrosos, de la Secretaría de Salud de Boyacá, quien aseguró que, en los cementerios de algunas localidades, el personal designado para estas labores afronta escenarios complejos que generan factores de riesgo ocupacionales, al momento de realizar los procedimientos, siendo así la improvisación una herramienta cotidiana.
Costos
De igual forma, ante la falta de comunicación entre Alcaldía, líderes religiosos y sector funerario (cadena de cadáveres), el traslado de cuerpos incrementa costos y por lo mismo, los riesgos sanitarios.
“La cadena de cadáveres durante el período de pandemia se mantuvo en constante seguimiento, inspección y vigilancia, se encontraron algunas dificultades relacionadas con los protocolos de bioseguridad, manejo de aforos y falta de capacitación a los llamados sepultureros y personas que manipulan los cuerpos durante los procedimientos de inhumación”, señaló la Ingeniera.
Tratando de corregir
Agregó que esta es una situación que se ha venido tratando de corregir a través del acompañamiento permanente a los cementerios y asistencias técnicas a líderes religiosos (representantes de los cementerios), en temas de salud, seguridad en el trabajo y protocolos de bioseguridad para riesgo biológico y físico.
Deterioro
Por otra parte, sepultureros como Fabián Solano, indicó que es evidente el deterioro que tienen algunos cementerios, producto del crecimiento de urbanizaciones y asentamientos humanos, que se encuentran cerca a estos lugares. “Hemos hablado con las alcaldías con el fin de que comunidades religiosas, comunidad civil y funerarias se incorporen dentro de la cadena de manejo de cadáveres y formen una alianza; de tal manera que exista una comunicación del riesgo, adecuado procedimiento y oportuno control”, indicó la Referente.




