Los estragos se evidenciaron en gran parte de la ciudad, incluyendo el centro de Ibagué.
Las lluvias han comenzado a azotar el departamento del Tolima, generando serias afectaciones en varios municipios que han tenido que declararse en alerta roja y amarilla debido a los deslizamientos provocados por los fuertes aguaceros. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), se anticipa que las intensas precipitaciones continuarán, acompañadas de descargas eléctricas, lo que aumenta el riesgo de saturación del suelo y deslizamientos en áreas inestables. Entre los municipios que han declarado alerta roja se encuentran Chaparral, Honda, Líbano y San Sebastián de Mariquita. Por otro lado, los municipios en alerta amarilla incluyen Anzoátegui, Armero, Cajamarca, Casabianca, Ibagué, Herveo, Falan, Fresno, Villahermosa, Santa Isabel, Roncesvalles, Lérida, Murillo y Palocabildo. Las autoridades ambientales del Tolima han instado a los municipios a estar vigilantes ante cualquier amenaza climática que pudiera tener graves repercusiones en la población.

DIFICULTADES EN COMUNAS
En Ibagué, el aguacero del anterior viernes 4 de octubre del presente 2024 causó inundaciones en cinco barrios y en seis zonas más, aunque no se registraron personas lesionadas. Los organismos de socorro informaron sobre emergencias, como la caída de árboles en los barrios Murillo Toro y 7 de Agosto, y represamientos en la calle 26 entre las carreras segunda y tercera. Los equipos de respuesta se encuentran en alerta y listos para actuar ante cualquier eventualidad. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento del sistema de alcantarillado y la caída de árboles, afectando viviendas en barrios como Ricaurte, Las Ferias, Uribe Uribe y Santofimio. “Hemos tenido inundaciones en siete casas del barrio Santofimio, así como en otros sectores y caídas de árboles. Afortunadamente, no hubo heridos”, indicó Humberto Leal.
AFECTACIONES
Los residentes del barrio Yuldaima enfrentan una alarmante crisis sanitaria, ya que sus viviendas se están llenando de aguas negras. Esta situación ha generado una creciente desesperación en la comunidad, pues las redes de alcantarillado han colapsado y no logran drenar adecuadamente las aguas residuales. El agua contaminada se filtra desde los sifones de las casas, lo que ha desencadenado un aumento en las enfermedades respiratorias, afectando especialmente a los adultos mayores del sector. Además, las calles agrietadas contribuyen al problema, permitiendo que las aguas contaminadas se filtren a través del mal estado del tubo madre, que no da abasto. Ante este panorama, los vecinos claman por una solución urgente del IBAL, exigiendo el mantenimiento de las redes de acueducto y alcantarillado, ya que el riesgo de una crisis sanitaria se intensifica con cada día que pasa. Con los daños estructurales, las constantes filtraciones y la llegada de las lluvias, la comunidad está en vilo, esperando respuestas de las autoridades, incluyendo el IBAL SA ESP y la Alcaldía de Ibagué.





															


