Ladrón saquea el salón comunal y causa millonarias pérdidas
La comunidad del barrio Santa Cecilia, en la localidad de Suba, está indignada. Un sujeto, al que los vecinos ya apodaron “la ratita”, ha saqueado en al menos seis ocasiones el salón comunal del sector, causando daños materiales que superan los 15 millones de pesos. El ladrón se ha llevado de todo: sillas, mesas, televisores, computadores, equipos de sonido y hasta libros, dejando un profundo vacío en un espacio construido para la integración social y el aprendizaje colectivo.
Un espacio golpeado por la delincuencia
Las imágenes de una cámara comunitaria y un video grabado por un habitante del sector a las 6:55 a.m del lunes 7 de julio. muestran al presunto responsable saliendo del lugar tras cometer uno de los robos. La situación ya no es un hecho aislado. Se trata de una serie de hurtos sistemáticos que afectan directamente a los niños, jóvenes y adultos que usan este lugar para actividades culturales, educativas y recreativas.
El salón comunal ha sido, durante años, el corazón del barrio: allí se realizan talleres, jornadas de formación y encuentros comunitarios. Pero ahora, la incertidumbre y el miedo reemplazan a la confianza. “Esto no es solo una pérdida económica, nos están arrebatando el alma del barrio”, dijo una vecina que ha visto cómo, uno a uno, los elementos del lugar desaparecen sin que nadie responda.
Llamado a las autoridades y a la solidaridad
Olga Lucía Hernández, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio vecino Villa Elisa, expresó su apoyo y recordó un episodio similar en su comunidad. “Nos pasó lo mismo. Pero entre todos, con el respaldo de la Policía, logramos capturar a los responsables. La unión de los vecinos fue clave”, aseguró.
Hoy, los habitantes de Santa Cecilia comparten el video del delincuente en redes y grupos comunitarios, pidiendo que quien lo reconozca lo denuncie. También exigen acciones concretas a las autoridades para reforzar la seguridad en la zona.
“El salón comunal no es de nadie, es de todos. Y cuidarlo también es una tarea colectiva”, concluyen los líderes comunitarios, que no están dispuestos a permitir que la delincuencia siga vulnerando su espacio más valioso.
