Un atentado terrorista sacudió la noche del miércoles al sector de La Asomadera, en Medellín, cuando explosivos destruyeron una torre eléctrica de alta tensión, afectando parte de la infraestructura y provocando alarma en la comunidad.
El alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, responsabilizó públicamente al Frente 36 de las Disidencias de las FARC por planear y ejecutar el ataque. Según declaraciones oficiales, esta acción sería una represalia contra operaciones recientes de seguridad en el departamento, incluidas acciones contra miembros de esta estructura rebelde.
Aunque hubo daños significativos a la torre, la empresa suministradora informó que el servicio eléctrico en Medellín no sufrió interrupciones mayores. Se espera que las labores de reparación comiencen una vez las cuadrillas puedan acceder de forma segura, tras descartarse presencia de otros explosivos en el área afectada.
Las autoridades, por su parte, han ofrecido una recompensa de 200 millones de pesos para quien brinde información que conduzca a los responsables materiales o intelectuales del hecho.
La acción ha desatado una serie de medidas de seguridad adicionales en Medellín, con mayor vigilancia en zonas críticas del oriente de la ciudad, como Loreto y La Asomadera, y patrullajes reforzados.
El ataque reaviva la tensión que existe en la región ante el accionar de grupos armados ilegales, y plantea interrogantes sobre posibles alianzas locales o redes de apoyo en la urbe para facilitar este tipo de delito



