Ante la grave crisis de orden público, el Gobierno Departamental ha solicitado un aumento del pie de fuerza en la región y la creación de una mesa de seguridad con la participación del Gobierno Nacional. La comunidad del sur del Cesar se encuentra alarmada, mientras las autoridades buscan respuestas para contener la situación.
Desde septiembre, enfrentamientos entre la Quinta Brigada del Ejército y el Frente Camilo Torres del ELN han afectado gravemente los municipios de Río de Oro y Aguachica, donde han fallecido dos soldados y otros dos resultaron heridos. El 29 de septiembre, en la vía Río de Oro-Aguachica, miembros del ELN bloquearon la carretera, lo que provocó una rápida reacción del Ejército. Durante la operación para despejar la vía, el soldado Jairo Ortiz fue herido y falleció poco después en un hospital de Aguachica.
El incidente más reciente ocurrió el 15 de octubre en Cerro Bravo, vereda Santa Isabel de Aguachica, donde tropas del Batallón de Infantería No. 14 fueron atacadas por el ELN. Dos soldados resultaron heridos, y uno de ellos, Ramón David Regino, perdió la vida debido a la gravedad de sus heridas.
Las autoridades creen que estos ataques son una respuesta a las operaciones militares que han desmantelado estructuras del ELN y un laboratorio de procesamiento de cocaína en la vereda El Meco, con capacidad para producir 3.600 kilogramos de narcóticos mensualmente.
La geografía accidentada de la región, sumada a la presencia de grupos armados, ha complicado las labores de patrullaje, mientras la comunidad, compuesta por más de 100 mil habitantes, denuncia frecuentes hechos delictivos como homicidios, extorsiones y secuestros.
Funcionarios locales sugieren que los ataques del ELN podrían estar vinculados con la suspensión de los diálogos de paz y la proximidad de elecciones atípicas para elegir alcalde en Aguachica el 24 de noviembre, lo que ha incrementado la preocupación en la región, especialmente en las zonas rurales.




