Según denuncias de los vecinos, las alcantarillas y desagües del sector están siendo obstruidos por grandes cantidades de grasa que provienen de los negocios de comida rápida que operan en la zona. A pesar de los constantes llamados de la comunidad, las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde Alexander Baquero y la Secretaría de Salud, han guardado silencio y no han tomado ninguna acción para resolver el problema.
Problemática
Mirena Hernández, una residente del barrio La Esperanza, decidió tomar la iniciativa y hacer pública su denuncia. Según ella, este problema ha estado presente desde que los negocios de comida rápida comenzaron a proliferar en el sector, particularmente alrededor de la plazoleta de comidas.
De acuerdo con su testimonio, los dueños de los establecimientos de comida rápida no cuentan con sistemas adecuados de desagüe para manejar los residuos de grasa que se generan al lavar sus estufas y utensilios. Como resultado, esta grasa se acumula en las tuberías y desagües, lo que provoca que las alcantarillas del barrio se obstruyan y se rebosen con residuos contaminantes.
Silencio
Uno de los aspectos más alarmantes de esta situación es la falta de respuesta por parte de las autoridades competentes. Según los testimonios de los vecinos, ni la Secretaría de Salud ni la Alcaldía de Villavicencio han intervenido para inspeccionar la situación o imponer las medidas correctivas necesarias a los establecimientos que generan estos residuos.




