Alemania se prepara para una fase más agresiva de la guerra híbrida atribuida a Rusia, marcada por sabotajes, ciberataques, drones y campañas de desinformación. En una conferencia de seguridad en Wiesbaden, autoridades militares y policiales advirtieron que el país enfrenta una escalada “sin precedentes”.
El coronel y estratega militar Sönke Marahrens recordó que los ataques híbridos difuminan los límites entre paz y guerra, citando como ejemplo el sabotaje ocurrido en enero de 2025 a la corbeta Emden, donde una intervención clandestina inutilizó su maquinaria.
Según la Oficina Federal de Inteligencia y el Ministerio del Interior, Alemania es blanco de ataques diarios, muchos de ellos ejecutados por “agentes de bajo nivel” reclutados a bajo costo a través de plataformas como Telegram. Estos actos—que van desde incendios provocados hasta intrusiones digitales—buscan presionar a la democracia alemana operando en una “zona gris” que dificulta atribuir responsabilidades.
El ministro del Interior, Alexander Dobrindt, anunció que el país responderá con mayor firmeza: “Quien nos ataque en el ciberespacio debe saber que también podemos interferir y destruir”. Las autoridades recuerdan que Alemania ya ha logrado éxitos en este campo, como el desmantelamiento del malware Emotet en 2021.
