Carlos Alberto Pérez Durán, arquitecto de profesión, manifestó que se encuentra en una pugna con la Alcaldía de la ciudad. El lío es por una deuda del impuesto predial que tiene por una propiedad ubicada en la calle 18 A con carrera 5 A – 65. Precisó que pese a que tiene intención de pagar, la Alcaldía de Neiva amenaza con quitarle su casa
Dijo que en Tesorería de la Alcaldía no han querido aceptar una propuesta de pago, sino que por el contrario, lo amenazan con embargarlo. La deuda que actualmente tiene es de aproximadamente 4.500.000 de pesos, correspondientes a 3 años de impuesto predial.
Asegura que la falta de pago se debe a las pocas oportunidades laborales. Le queda muy difícil mantener una vivienda que se encuentra avaluada en 1.200 millones de pesos. Cabe resaltar que esta hace parte de una herencia que le dejaron sus padres.
“Es una situación difícil, realmente yo quiero vender esa casa para irme a vivir a un sector donde la vida no sea tan costosa. Siempre he sido responsable con el pago de mis obligaciones; sin embargo, no cuento con recursos para pagar la deuda por eso quiero que ellos acepten mi propuesta de pago, pero no hacen sino amenazarme”, explicó.
El neivano asegura que está dispuesto a saldar la deuda a través de una dación de pago o adjudicación en pago, como es comúnmente conocido el proceso a través del cual el deudor transmite ciertos bienes que son de su propiedad a un acreedor, para que los reciba y se extinga así el crédito. “Yo les estoy diciendo que se queden con una parte de la casa, el frente podría ser, o que me compren la casa, y que ya me dejen de amenazar por la deuda, yo les quiero pagar, pero es que resulta que yo no tengo dinero para pagar en este momento. Ahí ellos podrían montar una oficina o lo que requieran. Pero solamente la Alcaldía de Neiva amenaza con quitarle su casa”.
Actualmente se dedica a recoger el dinero que le dejan algunos conductores que parquean sus vehículos frente a la residencia. También, está a la espera de una pensión de supervivencia que tampoco le ha salido. “Fui durante tres semanas a la Alcaldía y no me atendieron, yo no tengo otra opción para salir de esta deuda, el poco dinero que obtengo lo requiero para la comida y mi familia”, finalizó.
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