La Alcaldía de Guamal, liderada por Fernando Peña, enfrenta una creciente preocupación de la comunidad de Villamaría respecto a la posible pérdida de un pozo profundo considerado esencial para el municipio. Este recurso, con un valor estimado de 300 millones de pesos, podría quedar inoperante debido a proyectos de construcción que lo afectarían directamente.
Disputa
El pozo profundo ha sido un recurso de respaldo en épocas de emergencia hídrica, como ocurrió en 2018 cuando el municipio enfrentó una crisis de abastecimiento de agua. En esa ocasión, la comunidad dependió de carros tanque para cubrir sus necesidades básicas. Este antecedente ha generado temor ante la posibilidad de perder esta infraestructura estratégica en caso de que se construyan viviendas en el terreno donde está ubicado.
En una reunión comunitaria, líderes sociales expresaron su preocupación por las implicaciones a largo plazo de esta decisión. “Estamos defendiendo el derecho de nuestros hijos y de toda la comunidad. Hoy tenemos agua, pero ya vivimos la experiencia de quedarnos sin ella, y puede volver a pasar”, afirmó uno de los asistentes.
Falta de consenso
Según los líderes comunitarios, existen otros terrenos disponibles para construir las viviendas, pero según las informaciones de los residentes, las autoridades insisten en utilizar el área donde se encuentra el pozo. Argumentan que esta decisión no considera el impacto negativo que tendría para el desarrollo del municipio. Además, se señala que el valor del terreno se incrementa significativamente al contar con agua potable, lo que beneficia a la comunidad en términos de valorización.
Sin embargo, las conclusiones preliminares indican que sólo hay un lote apto para construcción, lo que limita las opciones y aumenta la tensión entre la comunidad y las autoridades. Además, se han identificado problemas relacionados con la invasión de espacios públicos y errores en la delimitación de terrenos, complicando aún más la toma de decisiones.
Unidad comunitaria
Ante la incertidumbre, los líderes comunitarios han convocado a los habitantes de Villamaría a mantenerse unidos en defensa del pozo profundo y a participar activamente en las discusiones. “La veeduría no es sólo tarea de los concejales, es responsabilidad de todos nosotros. Debemos estar atentos y organizados para proteger los intereses de nuestra comunidad”, manifestó un vocero local.
El conflicto ha puesto en evidencia la necesidad de un diálogo transparente y una planificación a largo plazo que considere tanto las necesidades inmediatas de vivienda como la protección de recursos esenciales para el bienestar del municipio.
Por ahora, la comunidad sigue a la expectativa de una resolución que permita equilibrar los intereses habitacionales con la preservación del pozo profundo, considerado un seguro vital frente a futuras crisis hídricas.




