Por, al parecer, no brindar garantías de alimentación escolar a los estudiantes de las diferentes instituciones del municipio de Pitalito en el sur del departamento del Huila, tendrá que responder el mandatario de los Laboyanos, quien precisamente viene enfrentando un proceso de revocatoria del mandato, por presuntas irregularidades en su gestión.
Fue así como la Procuraduría General de la Nación requirió al alcalde de Pitalito, Huila, Edgar Muñoz Torres, un informe detallado de los colegios y el número de niños que aún no han recibido atención y cobertura del Programa de Alimentación Escolar (PAE). Lo anterior, luego de conocer las denuncias de varios líderes comunales que aseguran que el mandatario local
La Procuraduría Provincial de Garzón, Huila, en desarrollo de una actuación preventiva, solicitó al funcionario comunicar las razones para no haber brindado aún ese servicio a la totalidad de estudiantes, pues según cifras consolidadas por la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar (UAEAP) en 72 sedes educativas del municipio no se han entregado las raciones preparadas en sitio.
El órgano de control pidió, además, información sobre la ejecución del programa durante la vigencia 2021, y reiteró que “la responsabilidad de la prestación de ese servicio desde el primer día del calendario académico y durante toda su vigencia se encuentra en cabeza de las entidades territoriales, lo que conlleva al desarrollo oportuno y eficiente de las actividades relacionadas con la planeación contractual, financiera y técnica del PAE”.
En los próximos días se espera la comunicación por parte de la Administración Municipal, pues la afectación es grave, teniendo en cuenta que el calendario escolar sigue avanzando y los estudiantes siguen sin poder tener garantías de alimentación.
De acuerdo con líderes opitas las afectaciones que se vienen presentando son generales a nivel departamental, pues la crisis educativa es grave. En Neiva, las denuncias se centran en la falta aseadoras y vigilantes, que tiene varias instituciones paralizadas pues los padres se rehúsan a enviar a sus hijos ante tales condiciones.

