Cada vez se agrava más la problemática de salud pública que enfrentan los habitantes del municipio de Ipiales frente al tema de desabastecimiento del agua y la mala calidad de la misma, evidenciada como no apta para el consumo.
El rechazo es constante frente a la escaza gestión que, aparentemente, se realiza desde la Administración local, en cabeza del alcalde Amílcar Pantoja, argumentando que esta crisis no ha sido tenida en cuenta, dada la gravedad del asunto.
Posturas
La situación, no ha sido ajena a las instancias del Concejo Municipal, pues varios de los cabildantes, han expuesto públicamente sus posturas frente a la gravedad de las condiciones que tienen al municipio y a algunos sectores sin el recurso hídrico.
El concejal, Lizandro Chamorro, sobre lo que se registra respecto a la calidad de agua, mencionó que “la gran mayoría de ciudadanos ha hecho cambios de sus tuberías internas, han lavado sus tanques y sigue llegando el agua con sedimentos”.
Chamorro, también enfatizó que, “hemos buscado los diferentes escenarios con el alcalde, con la gerencia de Empoobando, pero a veces esto lo toman como si fuera político y esto no es político, este tema es de salud y de la vida de la comunidad de Ipiales”.
Por otra parte, la concejal Leidy Solarte, lanzó duras críticas al mandatario local argumentando que “no tenemos agua y la poca que tenemos está podrida, el agua de Empoobando no es apta para el consumo”.
Incongruencias
Además, la funcionaria mencionó que el personal que ya había trabajado en administraciones anteriores con las que sucedió casi la misma problemática, volvió a ser contratado por el actual gobierno, dejando en duda si esto repercute en agudizar la problemática.
“Me pregunto si el alcalde, solo utiliza sus redes sociales para publicar sus viajes y no se detiene a mirar la cantidad de videos de ipialeños mostrando la realidad del agua podrida en diferentes zonas de la ciudad”, dijo Solarte.
Evidentemente, hay una serie de incongruencias frente a lo que se manifiesta desde la Alcaldía en comparación con los últimos informes presentados por el Instituto Departamental de Nariño, donde se dejó claro que el agua sí está contaminada por virus y bacterias.
Ante estos resultados, el descontento de la población se convierte en un válido reclamo hacia la Administración local, ya que se evidencia la turbiedad del agua que llega a los hogares y el claro riesgo que esto representa para la salud.



