En un hecho poco común en la política local, el alcalde de Moniquirá Fredy Iovanny Pardo Pinzón no solo no evitó la protesta organizada en su contra, sino que la promovió activamente. La movilización, que partió a las 8:00 a. m. desde el parque Santander hasta el parque Simón Bolívar, frente al edificio administrativo, fue convocada por opositores del proyecto de modernización del alumbrado público. Lo curioso es que el propio mandatario alentó a la comunidad a asistir.
Mientras otros gobernantes suelen recurrir a estrategias para impedir manifestaciones, Pardo Pinzón optó por el camino contrario. Su intención, según explicó, fue aclarar públicamente las “mentiras” con las que, afirma, fue gestada la protesta. Su apuesta era que, cuanto mayor fuera la asistencia, más personas podría convencer con argumentos, ejemplos y cifras sobre las verdaderas implicaciones del plan.
El Concejo Municipal le otorgó al alcalde la autorización para adelantar un estudio con miras a concesionar el sistema de iluminación, dado que el actual modelo —tercerizado— le cuesta al municipio 700 millones de pesos anuales y presenta graves fallas en su funcionamiento.
Una de las mayores incongruencias que Pardo Pinzón buscaba evidenciar es el pago irrisorio que realizan algunas canteras del municipio: apenas 28.000 pesos mensuales por el servicio, cuando, según sus cálculos, deberían abonar cerca de tres millones. Esa desproporción, dijo, requiere ser explicada especialmente a los campesinos y demás habitantes, quienes suelen ser los más afectados por la deficiente prestación.
Este episodio no solo pone en evidencia una nueva forma de encarar la protesta social, sino que deja entrever una administración dispuesta al diálogo directo, aunque también arriesgada en su forma de enfrentar la inconformidad.




