Alberto Gamero desembarcó en el Deportivo Cali y rápidamente dejó claro que su llegada no será una transición común. Con determinación, el técnico colombiano fijó las bases de su proyecto, comenzando con decisiones claves en lo deportivo y lo administrativo.
Refuerzos
El primer movimiento confirmado es la incorporación de Jhon Aponzá, joven talento proveniente de Puerto Tejada. Su fichaje representa una apuesta por el futuro, considerando el interés previo de clubes internacionales, como el Santos de Brasil, que ya habían observado su proyección.
Aponzá tendrá ahora la oportunidad de mostrar sus condiciones en el campeonato profesional, consolidándose en un escenario que le permitirá crecer y, posiblemente, abrir puertas en mercados extranjeros de mayor visibilidad.
Condiciones
Desde el primer contacto con la directiva, Gamero impuso exigencias claras. Entre ellas, destaca la obligatoriedad de cumplir puntualmente los pagos a jugadores, cuerpo técnico y personal administrativo, un tema sensible tras los recientes retrasos salariales superiores a los quince días.
El entrenador también solicitó total autonomía para gestionar las contrataciones y salidas del plantel. La responsabilidad de armar el grupo competitivo será exclusivamente suya, asegurando que cada integrante se ajuste al estilo de juego que pretende consolidar.
Estas condiciones fueron aceptadas por la dirigencia, que apuesta por devolverle al club la estabilidad institucional perdida en los últimos años. Gamero, conocido por su disciplina y manejo de grupos, busca construir una plantilla fuerte, comprometida y sin distracciones económicas.
Mientras avanza el mercado de pases, la hinchada observa con expectativa el inicio de este nuevo proceso. Los primeros pasos ya están dados y el mensaje es contundente: el Deportivo Cali, bajo la dirección de Gamero, va por todo en la Liga BetPlay 2025-II.




