La ciudad de Pasto ha sido escenario de un hecho alarmante que se suma a la creciente preocupación por la salud mental en la región. Al parecer una persona de quien según las primeras versiones preliminares se señalaba un joven menor de 17 años de edad, no obstante, de acuerdo a indagaciones extraoficiales se presume que se trataría de un hombre de aproximadamente 31 años de edad.
Presuntamente se lanzó desde el octavo piso de la unidad residencial Torres de Sotavento, ubicada en el barrio Chapal. El suceso ha generado gran conmoción entre los habitantes del sector y las autoridades, que aún investigan las circunstancias del trágico incidente.
De acuerdo con versiones extraoficiales, la persona habría llegado a la residencia para visitar a su madre, pero su visita terminó de manera abrupta y fatal. Vecinos de la zona relataron que solo escucharon un fuerte estruendo, seguido por el hallazgo del cuerpo sin vida. Esta información, que aún no ha sido confirmada por las autoridades, ha encendido las alarmas en Pasto y otras localidades de Nariño, donde el suicidio es un tema sensible y recurrente.
El reporte de este suceso llega en un momento particularmente delicado para la región, que ha registrado un aumento en los casos de suicidio en este año. Si bien las autoridades locales no han proporcionado detalles sobre el incidente, la presunta muerte se está investigando bajo la hipótesis de suicidio, aunque este tipo de situaciones debe ser aclarado con más pruebas y testimonios.
Hasta el momento, no se ha revelado la identidad de la persona ni se ha indicado si existían factores previos que pudieran haber influido en su decisión. El hecho de que haya sucedido en un edificio residencial, donde otras personas pudieron haber sido testigos, también ha puesto en alerta a los vecinos, quienes expresaron su inquietud por la falta de respuestas claras en cuanto a las razones detrás de este trágico acto.
Este caso se enmarca dentro de una problemática más amplia que afecta a Nariño, una región con altas tasas de suicidio, especialmente entre los jóvenes. Las autoridades de salud mental de la región han resaltado en diversas ocasiones la necesidad urgente de fortalecer los programas de prevención y atención a la salud emocional, dado que la depresión y otros trastornos mentales se han convertido en factores de riesgo de esta alarmante tendencia.
El Departamento de Nariño, que ha sido calificado como una de las zonas con mayor índice de suicidios en Colombia, también enfrenta retos en términos de cobertura y acceso a servicios de salud mental.

