Con palabras llenas de angustia y desesperación, Ediyofani Bonilla ha lanzado un grito de súplica a la EPS, instando a la entidad a agilizar la remisión médica que es esencial para salvar la vida de su hermana, Azucena Bonilla.
El estado de salud de Azucena es complicado. Según el diagnóstico del Hospital Regional de la Orinoquía (HORO), sufre de neumonía crónica. Sin embargo, lo más alarmante es la demora en la remisión de la paciente hacia un hospital de tercer nivel. Según la hermana de Azucena, la EPS ha informado que no cuentan con un convenio establecido con un hospital adecuado para tratar su condición. En su lugar, están en el proceso de cotizar y determinar a qué institución podrán trasladarla.
Este trágico desenlace se ha gestado a través de una serie de situaciones incoherentes que se han fusionado en una pesadilla para Azucena Bonilla, quien lucha por su vida. A pesar de que fue diagnosticada con asma hace años, su salud empeoró de manera abrupta. El tormento comenzó el 7 de junio cuando Azucena llegó al HORO por urgencias. Tras realizar exámenes médicos, le diagnosticaron tos. Este diagnóstico se repitió cuando regresó días después con los mismos síntomas. Para el 23 de julio, la situación había empeorado y fue hospitalizada. Un médico determinó que tenía neumonía crónica en un 95%.
No obstante, la confusión se apoderó del caso cuando otra médica inexplicablemente declaró que no tenía ningún problema y la dio de alta. Para el 31 de julio, Bonilla regresó a urgencias con una tos insoportable, enfrentando la tediosa demora inherente al sistema de salud colombiano.
La lucha por una atención médica oportuna continuó, llevando a la paciente a realizarse un TAC en los pulmones, revelando la presencia de líquido en los bronquios.
