AL BORDE DE LA MUERTE

AL BORDE DE LA MUERTE
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En una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Medilaser en Florencia, Caquetá, un joven libra una lucha desigual por su vida. Entre cables, monitores y personal médico que corre contra el tiempo, yace Óscar Manrique Rojas, de 29 años. Su condición es crítica y su mayor enemigo no es solo la gravedad de las lesiones que lo llevaron allí, sino la soledad absoluta que lo rodea. No hay un familiar que pronuncie su nombre, firme un consentimiento o se quede a su lado.

Soledad

Oriundo de San Vicente del Caguán, barrio Villa Ferro, Óscar llegó a la clínica completamente desorientado, incapaz de comunicarse o dar algún dato que conduzca a su entorno familiar. Su historia clínica carece de contactos fiables, y los intentos de la EPS Nueva E.P.S. por ubicar a sus allegados han terminado en silencio. En los registros, su identidad se reduce a un número y a la urgencia de sobrevivir, mientras cada minuto sin compañía profundiza el abismo de su abandono.

Riesgo

El equipo médico advierte que su estado requiere procedimientos urgentes que no pueden avanzar sin la autorización de un familiar o acudiente. Cada retraso incrementa el riesgo de un desenlace fatal. El destino de Óscar parece suspendido en una balanza que depende más de la firma de alguien que de la pericia médica, exponiendo las fallas de un sistema en el que la burocracia y la deshumanización se entrelazan.

Indiferencia

La situación de Óscar revela una realidad incómoda: ¿qué pasa cuando un joven, al borde de la muerte, enfrenta la más absoluta soledad? La ruptura de los lazos familiares y el desarraigo social lo han dejado sin nadie que responda por él. El personal sanitario, además de atender su delicado cuadro, carga con el peso moral y legal que debería corresponder a sus seres queridos. Entre las paredes de la UCI, su nombre se pronuncia con una mezcla de angustia y resignación, mientras la indiferencia se convierte en una sentencia tan letal como la causa que lo mantiene allí.

Llamado

La Clínica Medilaser hace un llamado urgente: quienes conozcan a los familiares o allegados de Óscar Manrique Rojas deben comunicarse de inmediato con la institución. Más que un trámite, se trata de devolver humanidad a una vida que pende de un hilo. Su caso recuerda, con crudeza, que la solidaridad a menudo es el último refugio frente a la adversidad.


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