El municipio tulueño una vez más es noticia por la muerte de uno de sus moradores, pero esta vez, de una forma poco habitual en este sector vallecaucano. La historia que se viene a continuación es un hecho en el que pocos mueren, pero sin duda alguna es un riesgo que puede ocurrir en cualquier momento de tempestad o complicación climática.
Un hecho infortunado acabó con la vida de un campesino en zona montañosa del municipio de Tuluá, concretamente en una finca de la vereda Naranjal. El hombre, identificado como Francisco Carvajal, se encontraba realizando actividades de recolección de café cuando fue sorprendido por una corta pero mortífera tempestad, acompañada de un fuerte aguacero.
Por ese motivo, la víctima, quien era padre de tres hijos, seguramente se fue a escampar debajo de un árbol, con tan mala fortuna que cayó una fuerte descarga eléctrica y acabó con su vida. Francisco llevaba algunos meses trabajando en esa finca, pero era residente en la zona desde hacía varios años. Su cuerpo fue trasladado por la propia comunidad hasta el área urbana de Tuluá para los procedimientos legales correspondientes.
Este hombre ha sido calificado con buenos comentarios por quienes lo conocían, siendo esto un hecho muy trágico en el que una persona que esta ejerciendo sus labores, es anticipada por la muerte sin la más mínima oportunidad de poder hacer algo a su favor para evitar este mal.
Las investigaciones de las últimas décadas sobre lesiones y muertes relacionadas con fenómenos atmosféricos en el mundo indican que los rayos han sido consistentemente la tercera causa de muerte y la segunda causa de lesiones, superada solamente por las inundaciones. Aproximadamente el 10% de las personas a las que les cae un rayo mueren, en su mayoría debido a un ataque cardiaco.
