Águilas Doradas consiguió un triunfo sólido 3-1 frente al Deportivo Cali en el estadio Alberto Grisales, en un partido donde la eficacia fue su mayor virtud. Los goles de Johan Caballero (32’), Hernán Lopes (52’) y Yony González (78’) sellaron una victoria que ratifica la efectividad del conjunto antioqueño en el torneo.
El equipo dorado no dominó la posesión de la pelota, apenas con un 38%, frente al 62% del Cali. Sin embargo, esa diferencia no fue impedimento para inclinar la balanza. Águilas remató en 17 oportunidades contra las 13 de su rival, y de esos intentos, 5 fueron al arco, mostrando una claridad notable en ataque.
Los dirigidos desde Rionegro completaron 231 pases con un 71% de precisión, cifras menores comparadas con los 364 pases y el 77% de efectividad del Cali. Aun así, cada avance de Águilas fue más profundo y con mayor peligro. La verticalidad y rapidez en las transiciones ofensivas fueron determinantes para abrir los espacios y marcar diferencias en el marcador.
Defensivamente, el equipo antioqueño también dejó buenas sensaciones. Cometió 12 faltas frente a 13 de su rival, y no sufrió expulsiones, mostrando orden y concentración en los momentos en que el Cali intentó reaccionar. Esa disciplina fue clave para sostener la ventaja después del descuento de Andrey Estupiñán desde el punto penal.
Los números en balones detenidos también dejaron un contraste interesante. Águilas solo contó con 2 tiros de esquina frente a los 5 de Cali, pero supo aprovechar la efectividad en el área, especialmente en jugadas de segunda intención, como se vio en el gol de Lopes, que llegó tras un balón aéreo.
El aporte individual también marcó diferencia. Johan Caballero abrió la cuenta con un remate certero, Lopes aumentó con su fortaleza en el juego aéreo, y Yony González sentenció con categoría en el segundo tiempo. Tres nombres que reflejan la variedad ofensiva de Águilas y su capacidad para definir en distintos momentos del partido.
Con esta victoria, Águilas Doradas no solo suma tres puntos vitales, sino que confirma su estilo pragmático: menos posesión, menos pases, pero mayor contundencia. En Rionegro quedó demostrado que las estadísticas no siempre definen el dominio, y que la eficacia, respaldada por la concentración y el aprovechamiento de las opciones, puede marcar el camino hacia los primeros lugares de la tabla.




