Lenis Paola Martínez, funcionaria de la Rama Judicial en Bogotá, fue víctima de un brutal ataque a manos de su expareja, Duván Ardila, quien la secuestró y roció con gasolina el pasado 21 de enero. Aunque Ardila fue capturado y enviado a prisión preventiva, hoy podría quedar en libertad por vencimiento de términos, generando alarma entre sus familiares y la comunidad jurídica.
Martínez había denunciado previamente amenazas y contaba con una orden de alejamiento, pero eso no impidió que su agresor la retuviera durante 14 horas en condiciones aterradoras. Ahora, tras más de cuatro meses sin que la Fiscalía formalice la acusación ante un juez especializado en violencia de género, el proceso está en riesgo de caerse.
“Toda mi familia corre peligro”, denunció Lenis Paola, quien exige justicia y protección urgente, pues teme por su vida y la de sus hijos. Su abogado ha solicitado que el caso sea priorizado por la Fiscalía General de la Nación y se adelante bajo justicia especializada, como corresponde a hechos de esta gravedad.
Este posible vencimiento de términos en caso de intento de feminicidio en Bogotá se suma a otros casos que han puesto en tela de juicio la celeridad de la justicia en Colombia frente a la violencia contra la mujer.




