Steven Amaya, lesionado, manifiesta que uno de los empleados arremetió de manera violenta contra ellos.
Según denuncias de los afectados, el pasado 30 de diciembre, un altercado en un hotel dejó a la familia Amaya impactada y buscando justicia. Según relatos de Steven Amat, el problema comenzó cuando una llave se partió, desencadenando una serie de eventos que culminaron en agresiones físicas y verbales.
Se conoció que alrededor de las 7:30 de la noche, la recepcionista, en lugar de resolver el problema de manera amigable, optó por confrontar a la familia, sugiriendo que, si podían pagar una suite, también podían costear la llave rota. La situación escaló cuando el administrador, en lugar de mediar, se unió a la confrontación, insultando a los huéspedes.
El detonante
El altercado se intensificó cuando el administrador empujó a la novia de un miembro de la familia, llevando a otros familiares a intervenir para protegerla. Incluso la hermana de 15 años resultó agredida. La situación empeoró cuando más de 15 empleados se unieron, físicamente agrediendo a la familia. Steven Amaya grabó los eventos, mostrando cómo los empleados intentaron dañar su celular. En el caos, fue golpeado en la cabeza y la frente, poniendo en peligro su vida. A pesar de la intervención de la policía, la familia alega que el actuar fue parcializado, omitiendo deberes y socializando con los dueños del hotel en lugar de asegurar la seguridad de la víctima.
Indignación
El hospital no fue visitado, los informes no se presentaron, y la policía no facilitó el proceso de denuncia. La familia se retiró del hotel sin reembolso ni derecho a hospedaje, enfrentando agresiones físicas y verbales. La familia Amaya busca justicia y la devolución del dinero, denunciando la falta de acción de las autoridades y la impunidad de los responsables del hotel. El incidente ha dejado una experiencia amarga y resalta la necesidad de abordar adecuadamente la violencia y la negligencia en el servicio al cliente.
