Afectación millonaria a las finanzas del grupo criminal Comandos de Frontera; impacto ambiental significativo

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El narcotráfico recibió un fuerte revés en el sur del país. En un operativo sorpresivo desarrollado en la zona rural de Puerto Guzmán, Putumayo, el Ejército Nacional, con apoyo de la Sijín y la Dirección Antinarcóticos, desmanteló cinco laboratorios clandestinos que pertenecían a los Comandos de Frontera, uno de los grupos armados más activos en la región.

La operación, realizada el 9 de septiembre, permitió incautar 1.870 galones de gasolina, 280 galones de ACPM, 180 galones de ácido sulfúrico y cerca de una tonelada de hoja de coca lista para ser procesada, además de maquinaria y equipos empleados en la producción masiva de clorhidrato de cocaína. Según cálculos de inteligencia militar, el golpe representa pérdidas superiores a los 529 millones de pesos para la estructura criminal.

Además del impacto económico, las autoridades resaltaron el daño ambiental que generan estas construcciones ilegales, pues los químicos usados contaminan suelos y fuentes hídricas de la región amazónica. “Este resultado limita la capacidad financiera de los Comandos de Frontera y evita que sigan afectando a la población civil con sus operaciones criminales”, aseguró el general Luis Emilio Cardozo, comandante de la Sexta División del Ejército.

El operativo hace parte del Plan Ayacucho, estrategia nacional que busca debilitar las finanzas de los grupos armados dedicados al narcotráfico. En lo corrido del año, el país ya ha superado las 600 toneladas de droga incautadas, un balance que refleja la intensidad de la ofensiva contra el crimen organizado.

Con la destrucción de estos cinco laboratorios, el Ejército reafirma su presencia en el Putumayo y envía un mensaje directo a las estructuras ilegales: su capacidad de producir cocaína se enfrenta hoy a una presión militar cada vez más fuerte y sostenida.


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