María Jiménez Montero, una abuelita de 78 años, falleció este 17 de noviembre, debido a un incendio que se generó dentro de su vivienda. Al parecer, a la mujer se le olvidó apagar la estufa de gas y en medio de la noche, las llamas tomaron fuerza e incendiaron la casa de la humilde anciana, quien se encontraba dormida cuando el fuego tomó fuerza e incendió la vivienda. Pese a que doña María fue auxiliada por la comunidad, la candela le quemó gran parte de todo su cuerpo. Lamentablemente la anciana falleció debido a las quemaduras de tercer grado que sufrió. Pasó en el barrio Villa Nidia de la localidad de Usaquén.
Supuestamente, la anciana preparó la cena y se le olvidó apagar uno de los fogones de la estufa. Tal parece que, el calor de las llamas calentó varias hojas de papel periódico que estaban cerca a la estufa y esto generó el incendió. El fuego tomó fuerza en cuestión de segundos y se esparció rápidamente por toda la casa, mientras que la abuela dormía profundamente. Cuando la fémina se percató del incendió no pudo salir a tiempo, pues la candela la tenía encerrada. Rápidamente, vecinos de la zona fueron a socorrer a la señora, pero amablemente el incendió le quemó parte de su cuerpo.
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Quienes presenciaron el trágico suceso, le narraron a EXTRA BOGOTÁ, cómo se vivieron esos momentos de angustia “Eso eran como 11 de la noche, cuando empezaron a gritar en el barrio ¡Un incendio, un Incendio! Nosotros salimos rápido y miramos que de una casa salían llamas altísimas. Entonces, fue cuando alguien dijo que ahí vivía una viejita llamada María Jiménez. Alguien la sacó, pero la abuelita estaba quemada. Al otro día supimos que se había muerto” aseguró un residente del sector.
Al centro médico arribaron miembros del Cuerpo de Investigación CTI, quienes hicieron el levantamiento de cadáver, el cual fue llevado a las Instalaciones de Medicina Legal, en donde se le practicara la necropsia de ley. Los familiares de la víctima están a la espera del cuerpo de la mujer para darle cristiana sepultura. La fémina falleció en el hospital Simón Bolívar, debido a las quemaduras de tercer grado.




