Con cuatro meses de internamiento preventivo fue cobijado un adolescente de 16 años por su presunta responsabilidad en el homicidio de un excombatiente de las extintas Farc. Según la directora seccional del Fiscalías en Caquetá, Nohora Bohórquez Quiroga, los hechos ocurrieron el 12 de julio del año anterior en la ciudad de Florencia. (Adolescente a pagar por participación en homicidio en Florencia).
“Ante el Juzgado Promiscuo Municipal de Milán se adelantaron audiencias preliminares de legalización de aprehensión y elementos incautados, imputación y medida de internamiento preventivo contra el adolescente. Según las investigaciones, el joven habría transportado al sicario que acabó con la vida de Noel Humberto Castro Colorado, reincorporado de la guerrilla de las Farc”, dijo la funcionaria.
Imputaciones
Agregó que por esta razón le fueron imputados los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego. “La víctima recibió varios impactos por arma de fuego, uno de ellos en su cabeza, disparados por una persona mayor de edad. El papel del menor de edad que, al momento, tenía 15 años, habría sido el de aparentemente transportar al sicario para perpetrar este crimen”.
La togada recordó que el menor infractor aceptó los cargos enrostrados por el delegado Fiscal adscrito a la Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescentes que lleva el proceso. De hallarse culpable, el adolescente podría enfrentarse a privación de la libertad de dos a ocho años en un centro de atención especializado.
Insatisfechos
Para los familiares de la víctima, esa es una condena que no genera ninguna garantía teniendo en cuenta la pérdida que tuvieron por culpa de ese adolescente quien sin ningún temor acribilló a tiros a este residente que descansaba en su vivienda, la Fiscalía manifiesta que por ser menor de edad se le tienen que garantizar sus derechos de resocialización.
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Crisis
La comunidad ya no aguanta más los hechos de violencia que azotan la geografía regional. Todos los días se registran asesinatos, hurtos, lesiones personales, consumo de drogas, etc., sin que la autoridad judicial haga lo pertinente. Mientras tantos, los malhechores disfrutan haciendo de las suyas mientras las personas son sometidas a las vejaciones de la crisis social y de convivencia por la que atraviesa la comunidad. Se exige mayor presencia e intervención de las autoridades competentes. Las cifras de actos punibles se inflan cada vez en la medida que las calles lo hacen también. La delincuencia es un reflejo de la degradación social que sufre la región y el país.