Administración distrital en alerta: Durante la primer semana del mes de noviembre Bogotá es azotada por lluvias y fuertes cambios de clima. Sin embargo, Desde las primeras horas de la mañana, el Sistema de Alerta de Bogotá y la red de estaciones hidrometeorológicas del IDIGER realizaron un monitoreo continuo del clima.
El informe revelo que Hacia las 3:15 p. m., se registraron fuertes lluvias en la localidad de Usaquén, extendiéndose hasta el municipio de La Calera, donde también se presentó una granizada significativa.
Administración distrital en alerta frente a situaciones de emergencia
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Por otra parte, Otras localidades de Bogotá, como Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Engativá, experimentaron lluvias persistentes durante la jornada. A su vez, la estación Cerro Norte en Usaquén fue la que registró el nivel más alto, con un total de 50.3 mm de precipitación. La estación Colegio Agustín Fernández (IED), también en Usaquén, con una medición de 49.4 mm. Este volumen de lluvia generó alertas para las autoridades, que intensificaron el monitoreo para responder de manera oportuna a los eventos de emergencia relacionados con las lluvias.
El sistema de emergencias 123 atendió 56 eventos a causa de las precipitaciones, de los cuales 16 correspondieron a inundaciones en diversas localidades, incluyendo Usaquén, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Engativá, Teusaquillo, Bosa, Rafael Uribe Uribe y Antonio Nariño. Adicionalmente, se reportaron 23 incidentes de daños en redes de servicios públicos, siendo Usaquén la localidad con más reportes en este aspecto, acumulando un total de 16 eventos.
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También se registraron tres eventos de remoción en masa en las localidades de San Cristóbal, Suba y Usaquén. Afortunadamente, estos fenómenos no generaron afectaciones directas a la población. Las autoridades continúan con el seguimiento y monitoreo de estos eventos, con el objetivo de garantizar la seguridad de los habitantes en estas zonas de riesgo.
Finalmente, las autoridades distritales recomiendan a la ciudadanía seguir las instrucciones para el manejo adecuado de residuos y mantener limpios los sistemas de drenaje, además de evitar construcciones en zonas de ladera. Estas medidas son esenciales para mitigar el impacto de las lluvias y prevenir emergencias adicionales durante la temporada invernal en la ciudad.
