Este viernes dejó de latir en Nueva York el corazón del cantautor de Jazz y Pop, Anthony Dominick Benedetto, a quien Frank Sinatra además de considerar que era “el cantante popular más grande del mundo”, también lo bautizó artísticamente como Tony Bennett.
Esta colosal figura, de 96 años, gracias a su talento construyó una carrera de ocho décadas, interpretando clásicos como: I Left My Heart in San Francisco, Rags to Riches, The Good Life, The Shadow of Your Smile o For Once in My Life.
Pese a ser diagnosticado con Alzheimer en 2016, siguió realizando presentaciones en vivo y grabando hasta 2021. Su última actuación fue en agosto de ese año en el Radio City Music Hall de Nueva York, junto a Lady Gaga en un espectáculo titulado ‘One Last Time’, con esta artista publicó dos álbumes.
El barranquillero Alberto Marchena, gran conocedor del mercado musical a nivel global, lo vio cantar en 2010 en Miami, y lo define como el último de los crooners. “Su música había quedado un tanto rezagada, pero su hijo se convirtió en su mánager y rediseñó su carrera, acercándolo así a públicos más jóvenes. Logró llevarlo al cine, juntarlo con artistas más recientes y uno de los logros más grandes fue cuando en 1995 logró convencer al canal MTV de hacer un Unplugged con Tony Bennett, sacaron una cantidad de canciones clásicas y con ese trabajo se ganó un premio Grammy a Álbum del Año”, señaló.
Agregó que con esto Tony Bennett se reinventó por completo y conectó con un público totalmente nuevo y joven. Al punto que empezó a hacer colaboraciones con artistas como Amy Winehouse, Lady Gaga y artistas latinos como Vicente Fernández, Juanes y Juan Luis Guerra.
“En estos discos colaborativos, generalmente los artistas graban por separado, pero Bennett buscando el perfeccionismo tenía la insistencia de grabar las canciones al lado de sus invitados para crear conexión”.
Una voz elegante
Henry Jiménez, hombre de radio experto en Música Anglo, destacó su elegancia y señorío.
“Siempre será recordado por su porte artístico en los escenarios, por su actitud profesional, y su tenacidad para regresar de esos largos baches que se dieron a lo largo de su vida en la música (…) También será recordado por su decidida vocación pacifista, lo que en su momento le valió no pocas críticas negativas cuando mostró su desacuerdo con la política intervencionista de George Bush en conflictos internacionales, como la guerra en Irak, especialmente”.
Jiménez recordó que en la radio de los 50’ y 60’, hubo algunas franjas en emisoras locales en las que se reprodujeron algunos de sus temas más sobresalientes en EE. UU. y otros países de habla inglesa.
Juan Carlos Buggy, eterno presentador del Barranquijazz e investigador musical, destacó su devoción por el cancionero americano clásico.
“Para poder interpretar este cancionero debía acomodarse a los cánones de ritmo y melodía que deben respetarse ante el riesgo de poder distorsionar la obra original. Él logró continuar con esa tradición de los grandes crooners de su generación como Frank Sinatra, Dean Martin o Bing Crosby”.
Buggy contó que los crooners de su generación le tenían pánico a los cambios y nunca entendieron que inteligencia también es capacidad de adaptación. “Por eso lo hicimos cantar al lado de Mariah Carey o Lady Gaga”.
Su lado latino
Nelson García, director de La Troja Radio, indicó que Bennett se convirtió en referente de figuras latinas como el puertorriqueño Tito Rodríguez, quien copió su estilo para cantar y lo llevó al bolero o del cartagenero Juan Carlos Coronel que creció escuchando su música.
“Tuvo un estrecho lazo con figuras latinas, especialmente en el álbum Viva Duets, en el que colaboraron artistas como: Vicente Fernández, Marc Anthony, Juan Luis Guerra, Gloria Estefan, Thalía, entre otras figuras. Para mí su gran logro fue traspasar las barreras generacionales, grabó más de 70 discos entre álbumes, colaboraciones y compilaciones, se ganó 19 Grammys y se mantuvo vigente hasta con Alzheimer”.
El tributo de Coronel
El cantante y productor cartagenero Juan Carlos Coronel, que en 2017 en su álbum Lenguaje universal, con el que incursionó en el Jazz, le rindió un tributo a Bennett con el tema For Once in My Life (Por fin puedo amar).
En diálogo con esta casa editorial dijo que “hablar de Bennett para mí es hablar de perfección y del último gran crooner que nos quedaba vivo, él tenía un estilo distinto de interpretar el Jazz. Deja una escuela de la que me nutrí desde niño porque mi madre que era cantante de boleros lo escuchaba mucho y le aprendí mucho el tema de dicción, respiración y vibratos. Sinatra es mi cantante favorito y decía que Bennett era el mejor de la industria, imaginen su grandeza, me duele su muerte”.




