Más allá de los titulares: la versión de la esposa de Benedetti sobre la intervención policial en Madrid

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En una entrevista con la revista SEMANA, Adelina Guerrero, esposa del ministro del Interior Armando Benedetti, ofreció detalles nunca antes completamente revelados sobre un episodio complicado ocurrido en Madrid en 2024, cuando Benedetti era embajador de Colombia ante la FAO. Guerrero, madre de sus hijos, aseguró que lo sucedido fue una crisis matrimonial, y no una agresión física con arma blanca, como algunas versiones habían sugerido.

El incidente en Madrid

Según su relato, la discusión tuvo lugar en un apartamento en Madrid durante unos segundos: “Él y yo tuvimos una discusión de 30 segundos”, dijo Guerrero. En ese momento, ella decidió salir para “calmar los ánimos”. Fue justo después de su salida que, asegura, Benedetti rompió algunos objetos personales. “Nunca me agredió y nunca me amenazó con un cuchillo como dicen por ahí”, declaró, desmintiendo versiones que mencionaban intimidaciones con un arma blanca.

La tensión creció lo suficiente como para que la policía de Madrid se presentara en la escena. Guerrera relató que unos uniformados llamaron a la embajada, y la noticia se filtró a la prensa por esos canales diplomáticos, no por ella.

Ella dijo sentirse muy vulnerable: vivía en Madrid lejos de su ciudad de origen, con sus dos hijos pequeños. Permaneció un mes en esa situación, separada de Benedetti, mientras procesaban lo sucedido.

Separación y reconciliación

Tras el incidente, la pareja de hecho se distanció: “Estuve separada de Armando casi cuatro o cinco meses”, confesó Guerrero. Sin embargo, la separación no fue definitiva. Luego de un tiempo, volvieron a retomar comunicación; Benedetti regresó a Colombia, se hizo exámenes médicos, y ella lo acompañó incluso en una cirugía por un precáncer.

Para Guerrero, este episodio fue un punto de inflexión. Asegura que Benedetti ha cambiado, no solo en su forma de actuar, sino en lo espiritual: ahora asiste a misa todos los domingos, se confiesa y ha buscado apoyo religioso constante.

Reacción institucional y pública

El caso no pasó desapercibido: la Cancillería colombiana abrió una investigación por la presunta agresión reportada. Además, el incidente generó voces de cuestionamiento mediático y político, también por la forma como se filtró la información. Guerrero señaló que hubo mucha gente que “no debió involucrarse”, incluidos algunos medios.

En otra entrevista con SEMANA, Adelina Guerrero también defendió a su esposo frente a las críticas y ataques: dijo que no está “mal casada” y que quienes lo odian han juzgado sin conocer la esencia de su relación.

Su visión sobre la crisis

  • Guerrero recalca que nunca hubo amenazas con armas ni agresiones físicas graves, solo una discusión breve seguida de gestos impulsivos.
  • Afirma que el tema se salió de control por la atención mediática, no desde su voluntad de hablar públicamente.
  • Para ella, fue una crisis de pareja, no un caso de violencia intrafamiliar.
  • También reconoce que hubo un proceso legal: trabajaron con abogados y oficialmente consideraron el divorcio, pero finalmente alcanzaron un entendimiento.
  • Y destaca el cambio en Benedetti: una conversión espiritual y un compromiso nuevo con su familia.

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