Una pareja de activistas, Cristhiam Norberto Mesa y Linda Yurani Pinzón González, se vio obligada a huir del país tras ser objeto de amenazas de muerte, extorsiones y atentados en su contra. Pese a las repetidas denuncias y solicitudes de ayuda ante las autoridades locales, la falta de una respuesta efectiva dejó a la pareja sin otra opción más que exiliarse para proteger su integridad física y su vida.
Situación
La difícil situación de Mesa y Pinzón comenzó hace varios meses cuando recibieron las primeras amenazas de un grupo criminal. Estas amenazas incluían exigencias de dinero bajo amenaza de muerte, un modus operandi tristemente común en Colombia. Según fuentes cercanas a la pareja, los criminales detrás de estas intimidaciones tienen vínculos con actividades delictivas en la región, y a menudo recurren a la violencia para mantener el control y silenciar a quienes consideran una amenaza a sus intereses.
Las agresiones contra los activistas no se limitaron a palabras. Hubo intentos de atentado contra sus vidas, y su propiedad sufrió daños significativos. A pesar de las múltiples denuncias presentadas a la Policía Nacional y a la Fiscalía, las medidas de protección proporcionadas fueron limitadas y, en muchos casos, resultaron insuficientes para contrarrestar la escalada de violencia en su contra. En declaraciones a medios locales, conocidos de la pareja han manifestado su frustración por la aparente pasividad de las autoridades, quienes, a pesar de estar informadas de la situación, no actuaron con la celeridad ni el rigor necesario.
El exilio
El incremento en la violencia y la incapacidad de las autoridades para garantizar su seguridad llevó a Cristhiam Mesa y Linda Pinzón González a tomar la difícil decisión de abandonar su hogar y su país. La pareja ha buscado refugio en el extranjero, en un lugar seguro que no ha sido revelado por motivos de seguridad. Actualmente, están en proceso de buscar asistencia internacional para obtener asilo y asegurar su protección a largo plazo.
