La violencia en Cali no da tregua. Un nuevo hecho de sangre sacudió al norte de la ciudad: Hernán Rodrigo Ortiz Quintero fue asesinado a plena luz del día en la intersección de la avenida 4ª Norte con calle 34, en el barrio San Vicente. Según testigos, la víctima se encontraba caminando por la zona cuando un hombre que se movilizaba en moto se le acercó y, sin mediar palabra, abrió fuego contra él.
Los disparos
Varios disparos estremecieron a la comunidad. Vecinos escucharon las detonaciones y salieron a ver lo que ocurría. Algunos intentaron auxiliar a Ortiz Quintero, pero el hombre ya no tenía signos vitales. La Policía Metropolitana de Cali llegó al sitio minutos después y acordonó la escena del crimen. Agentes del CTI de la Fiscalía realizaron la inspección técnica al cadáver y recopilaron pruebas que puedan conducir a la identificación del responsable.
Alarmas
Las autoridades informaron que ya se inició una investigación para esclarecer los móviles del homicidio. Hasta ahora no se descarta ninguna hipótesis, pero no se ha confirmado si la víctima tenía antecedentes o amenazas. La comunidad del barrio San Vicente está consternada. Este asesinato, ocurrido en una zona habitualmente transitada, ha encendido las alarmas por la creciente inseguridad que se vive en la ciudad.
Miedo
“Esto fue muy cerca de nuestras casas, cualquiera pudo haber salido herido. Ya no se puede caminar tranquilo ni de día”, aseguró una residente del sector, visiblemente afectada. Este nuevo homicidio se suma a la preocupante ola de violencia que golpea a Cali desde hace meses. Las autoridades insisten en que están reforzando la presencia policial, pero los ciudadanos siguen exigiendo resultados concretos.
Comunidad
El asesinato de Hernán Rodrigo Ortiz Quintero refleja la grave crisis de seguridad que atraviesa Cali, donde los crímenes violentos parecen ocurrir con total impunidad. La comunidad exige respuestas claras y acciones efectivas por parte de las autoridades. Mientras tanto, el miedo crece entre los ciudadanos que sienten que la delincuencia les está arrebatando la tranquilidad. Las calles que antes eran transitadas sin preocupación, hoy son escenario de hechos violentos que dejan dolor y desesperanza. Cali necesita recuperar la confianza y garantizar la vida de sus habitantes.



