Acoso callejero en Neiva, una problemática en el ojo del huracán

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La ciudad de Neiva, se encuentra en el centro de una problemática que ha sido silenciada por años: el acoso callejero. Esta violencia de género, que afecta la vida cotidiana de muchas mujeres, ha sido traída a la luz gracias a una reciente investigación de la colectiva feminista Las Juanas.

Los resultados son alarmantes: un 91% de las mujeres encuestadas ha experimentado alguna forma de acoso en espacios públicos. Este revelador estudio ha generado un diálogo crucial sobre un tema que merece atención urgente.

El Impacto del Acoso Callejero

El acoso callejero se define como cualquier interacción no consensuada que ocurre en lugares públicos. Según los hallazgos de Las Juanas, el 48% de las mujeres reportaron haber sufrido acoso verbal, mientras que un 25% vivió acoso expresivo.

Además, el 10% experimentó acoso físico, el 8% acoso sexual y el 9% reportó otros tipos de acoso. Estos datos no solo reflejan un problema de comportamiento individual, sino que también revelan un sistema social que normaliza y minimiza este tipo de violencia.

 «Es un problema que ha estado ahí desde siempre, pero nadie ha querido hablar de ello. Esta sensación de invisibilidad y desamparo es común entre las mujeres que enfrentan el acoso en su día a día”, indicó Norida Andrade, vocera del grupo comunitario.  

Un efecto paralizante

Los efectos del acoso callejero son profundos y múltiples. La investigación señala que un 26% de las mujeres evita ciertas calles, un 20% opta por salir siempre acompañada y un 18% se abstiene de salir durante la noche. Otras, el 11%, cambian su forma de vestir, mientras que un 9% renuncia al transporte público por miedo.

Estas estadísticas no solo destacan el impacto inmediato del acoso, sino que también evidencian una restricción en la libertad de movimiento y la seguridad de las mujeres.

Ximena Chamorro cofundadora de la organización, expresó su frustración: «Es un problema que afecta a nuestra libertad y seguridad. No podemos movernos libremente por la ciudad sin temer por nuestra integridad». Esta restricción en la libertad personal resalta la necesidad urgente de crear espacios más seguros para todas las personas.

Un Llamado a la Acción

Frente a esta alarmante situación, la colectiva Las Juanas ha hecho un llamado directo a las autoridades locales para que implementen medidas efectivas que aborden el acoso callejero. «Es hora de que se haga algo para proteger a las mujeres y niñas de esta violencia», afirmó Yulieth Díaz, una de las líderes de la colectiva. Este clamor se alinea con un movimiento global en contra de la violencia de género, que busca crear un cambio estructural en la sociedad.

En Neiva, el problema ha estado presente en diversas protestas y manifestaciones, pero hasta ahora ha sido poco abordado en el ámbito oficial. Sin embargo, la investigación de Las Juanas ha abierto un espacio para el diálogo y ha puesto de manifiesto la importancia de abordar este tema en la agenda pública.

Preocupaciones compartidas

La preocupación por el acoso callejero no solo recae en las mujeres; los padres también están alarmados, así lo dio a conocer Andrea Gaspar integrante de la asociación, quien expresó su temor: «Es hora de que se haga algo para proteger a nuestras hijas y niñas. No podemos permitir que esta violencia continúe en nuestra ciudad». Este sentimiento de urgencia refleja una realidad que trasciende generaciones y que requiere una respuesta colectiva.

La voz de los padres se une a la de las mujeres que han sufrido acoso, creando una red de solidaridad que busca erradicar esta problemática. La colaboración entre diferentes sectores de la sociedad es esencial para construir un entorno más seguro y respetuoso.

Mirando hacia el Futuro

La investigación de Las Juanas es un llamado a la acción no solo para las autoridades, sino también para la comunidad en general. Se necesita un esfuerzo conjunto para transformar la cultura del acoso en Neiva y en todo el país. El cambio comienza con la educación y la sensibilización, creando espacios donde se promueva el respeto y la igualdad.

La situación en Neiva es un recordatorio de que el acoso callejero no es un problema aislado, sino un fenómeno social que requiere atención inmediata. Es imperativo que tanto la sociedad civil como el gobierno actúen de manera decisiva para erradicar este tipo de violencia, garantizando así un futuro donde todas las mujeres puedan transitar libremente y sin temor en las calles de su ciudad.

La voz de Las Juanas resuena, y es hora de que todos escuchamos. El acoso callejero es un problema que nos afecta a todos, y la solución depende de nuestro compromiso colectivo para erradicarlo. Neiva puede y debe ser un lugar donde todas las mujeres se sientan seguras y libres.


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