¿Accidente o crimen?

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Lo que comenzó como unas vacaciones soñadas en Europa terminó en tragedia para Dylan Andrés Gamarra Ramora, un joven cartagenero de 31 años que murió en circunstancias aún no esclarecidas mientras se hospedaba en una villa turística en Portugal.

Gamarra, quien vivía desde hace siete años en Marruecos y trabajaba como bailarín, modelo e instructor de aeróbicos, se encontraba en el país europeo en compañía de su pareja sentimental y un grupo de personas. El hecho ocurrió a finales de mayo en la llamada Casa Hotel Tintín, un hospedaje privado en el que compartían tras asistir a una discoteca.

Cuatro versiones y muchas preguntas

Hasta el momento, las causas de su muerte siguen siendo un misterio. La familia del joven ha recibido al menos cuatro versiones contradictorias sobre cómo fue hallado el cuerpo. Una de ellas afirma que fue encontrado flotando en la piscina, otra asegura que fue hallado en el fondo del agua, mientras una tercera sostiene que fue localizado con linterna tras su repentina desaparición. Una última versión indica que su cuerpo apareció tendido junto al borde de la piscina.

Estas inconsistencias han generado angustia e incertidumbre en la familia de Dylan, residente en Cartagena. Su padre, Jorge Gamarra —actual escolta asignado a la Unidad Nacional de Protección—, ha solicitado el apoyo del Gobierno colombiano para lograr la repatriación del cuerpo y, sobre todo, para que se esclarezca lo ocurrido.

“No estamos seguros en qué situación falleció mi hijo. Hay muchas dudas. Por eso pedimos al Gobierno nacional que nos apoye con la investigación y la repatriación”, expresó el padre del joven en declaraciones a medios nacionales.

El papel de la pareja y el llamado a las autoridades

Según información preliminar, la pareja de Dylan, de nacionalidad albanesa, fue quien lo acompañó en el viaje y se presentó posteriormente en la morgue. Sin embargo, no hay certeza de que haya brindado declaración oficial, y hasta el momento no ha sido vinculada formalmente a ninguna investigación.

La Cancillería colombiana, a través de su consulado en Lisboa, ya fue notificada del caso y mantiene comunicación con los familiares para adelantar el proceso de repatriación, el cual representa un alto costo económico para la familia.

Una vida dedicada al arte y la disciplina

Dylan Gamarra había viajado inicialmente a Marruecos por motivos laborales. Con el tiempo, logró consolidarse profesionalmente en el ámbito artístico, y mantenía una relación estrecha con su familia en Colombia, a quienes ayudaba económicamente.

“Él amaba representar a Colombia con alegría, con cariño. Era una persona amorosa, muy dedicada a su trabajo y a su familia”, agregó su padre, visiblemente afectado.

Mientras continúan los trámites para la repatriación del cuerpo, la familia Gamarra insiste en que su prioridad no solo es darle un último adiós, sino también conocer la verdad sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Dylan.


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