ACCIDENTE LE CAMBIÓ LA VIDA 

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Anderson Cárdenas sufrió un grave incidente lo que lo dejó con secuelas permanentes.

Cinco años han pasado desde que Anderson Cárdenas, un joven trabajador ibaguereño, cayó desde una altura de 13 metros mientras laboraba en unas bodegas en el sector de Chapetón. Aquel día, según relata, no contaba con ninguna medida de protección: ni arnés, ni línea de vida, ni implementos de seguridad prometidos por el ingeniero a cargo, de apellido Barbosa. El accidente fue fulminante: múltiples fracturas, la cadera destruida y una vida que cambió para siempre.

Tras el siniestro, Anderson fue trasladado a la clínica Asotrauma, donde le informaron que debía pagar cerca de 38 millones de pesos, ya que al parecer su empleador no lo tenía afiliado a ninguna ARL. Fue su EPS la que asumió el tratamiento. Desde entonces, ha pasado por intervenciones quirúrgicas complejas, incluyendo el reemplazo total de su cadera con una prótesis mecánica, un platino y cuatro tornillos, de los cuales uno ya comenzó a salirse por la piel, causándole un dolor insoportable.

Cinco años después, Anderson sigue sin recibir respuesta ni apoyo de su empleador. El contrato, según cuenta, fue verbal y no existe un documento firmado que respalde su relación laboral. Barbosa, la persona que lo contrató, presuntamente no se ha pronunciado frente al incidente ocurrido en esa fecha. La empresa al parecer nunca asumió ninguna responsabilidad, versiones que siguen siendo investigadas.

A pesar de su estado, ahora enfrenta otra dura situación: su EPS quiere trasladarlo a Bogotá, pero él y su madre, Lenny Cárdenas Vargas, rechazan esa opción, pues no tienen familia en la capital ni recursos para costear la estadía. Su madre, quien dejó de trabajar para cuidarlo, cuenta que muchas veces tiene que pedir limosna para comprarle pañales y otros insumos que no les entregan. “A mí a veces me resulta complicado, por lo que yo estoy muy enferma”, destacó la mujer.

Anderson no ha podido volver a trabajar desde el accidente. A sus 29 años, vive completamente dependiente de su madre y de la caridad de algunos familiares. Su historia es el reflejo de lo que viven cientos de trabajadores informales que sufren accidentes laborales sin respaldo legal ni protección médica adecuada. Desde este medio de comunicación estamos atentos a escuchar la versión del ingeniero señalado.


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