En una noche que debería haber sido tranquila en el barrio Cuarto Centenario, al sur de Neiva, se desató una tragedia que dejó a la comunidad estupefacta y consternada. Un adolescente de apenas 16 años, conocido cariñosamente como Mincho, fue víctima de un acto de violencia brutal que acabó con su vida de manera prematura y violenta.
El delito
Según testigos presenciales, el joven fue abordado por un individuo armado mientras caminaba por las oscuras calles del sector. Sin mediar palabra, el agresor descargó su arma contra el indefenso joven, impactándolo con cinco disparos que resonaron en la tranquilidad nocturna. La repentina violencia dejó atónitos a quienes presenciaron el acto, que intentaron auxiliar al joven herido mientras el agresor escapaba a la oscuridad de la noche.
A pesar de los esfuerzos por salvarlo, Mincho fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario Hernando Moncaleano. Los médicos y el personal de emergencia hicieron todo lo posible por estabilizarlo, pero lamentablemente llegó sin signos vitales. La noticia de su fallecimiento impactó profundamente a sus seres queridos, amigos y vecinos, quienes no podían creer la brutalidad de lo sucedido.
Sin respuestas
Versiones extraoficiales sugieren que este brutal y cruel homicidio podría estar relacionado con un ajuste de cuentas pendiente, aunque las autoridades aún no han confirmado oficialmente los motivos detrás de este acto tan violento y sin sentido. La población, consternada y conmocionada, clama por justicia y por medidas que aseguren la tranquilidad y seguridad de todos los residentes locales.
Impacto
La pérdida de Mincho ha dejado una profunda huella entre sus amigos y allegados en Neiva. Que recuerdan con cariño su risa contagiosa y su espíritu amigable, mientras que sus familiares luchan por encontrar consuelo en medio del dolor insoportable de perder a un ser tan joven y prometedor.
La tragedia de esta noche no solo ha arrebatado una vida. Sino que ha sacudido la tranquilidad de un barrio que ahora busca sanar y encontrar respuestas en medio de la incertidumbre. La historia de Mincho no solo es una lamentable calamidad individual. Sino también un llamado de atención sobre la violencia que aún afecta a nuestras comunidades.
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Pie de foto: Mincho, víctima.
