La noche del 28 de agosto de 2025, la calma de un reconocido sector de Tunja se quebró luego de que vecinos alertaran a las autoridades sobre la presencia constante de individuos sospechosos en una vivienda abandonada, ubicada en la calle 28 con avenida Universitaria. Según la comunidad, el inmueble se había convertido en un punto de expendio de sustancias ilícitas, generando temor e inseguridad en la zona.
De manera inmediata, unidades de la Policía se trasladaron al sitio y, con apoyo de un equipo canino entrenado, realizaron un minucioso registro en el interior del inmueble. Durante el procedimiento, los uniformados sorprendieron a un sujeto en actitud sospechosa, al cual se le practicó una requisa.
En el bolsillo derecho de su pantalón se halló una bolsa plástica transparente que contenía una sustancia pulverulenta de color blanco, con características similares a derivados del clorhidrato de cocaína. El hallazgo confirmó las denuncias de los residentes, quienes desde hacía semanas advertían que la vivienda en ruinas era utilizada como foco de criminalidad y consumo.
El hombre fue capturado en el lugar y trasladado bajo custodia a disposición de la Fiscalía, junto con la sustancia incautada. Las autoridades anunciaron que reforzarán los operativos en la zona con el objetivo de impedir que otros inmuebles en abandono sean utilizados como centros de acopio o distribución de drogas.
El hecho generó preocupación entre los habitantes del sector, quienes reclamaron una mayor presencia policial y acciones preventivas que permitan devolver la tranquilidad al vecindario. Para los residentes, la intervención envió un mensaje de alivio, pero también de advertencia sobre la necesidad de actuar con rapidez frente a los escenarios de riesgo que ponen en peligro a la comunidad.
