Gabriela Moreno denunció que estarían vulnerando el derecho al trabajo de varias personas en Chiquinquirá.

La situación se salió de control cuando una mujer que trabaja con su carreta de frutas no le fue permitido estacionarse en vía pública, por parte de la Oficina de espacio público y la Policía Nacional en el Parque Julio Flórez, resolvió tirar al piso su único medio de trabajo.
Viendo la situación, los vendedores aseguraron que la Policía Nacional y la Inspección de Espacio Público, ya los tiene hartos de tanta persecución.
«Lo único que hacemos es trabajar honradamente para llevar el pan de cada día a nuestros hijos, y a nosotros los vendedores nos toca correr con nuestras carretas como si fuéramos delincuentes » , enfatizaron los vendedores ambulantes.
Igualmente, los comerciantes dijeron que el actual gobierno no les había dado solución alguna a su problemática laboral y que eran tratados como delincuentes.
“Pasaron cuatro años y el alcalde nos prometió generación de empleo o por lo menos darnos un espacio digno para trabajar y lo único que hemos recibido es maltratos y persecución, ahora el nuevo alcalde quien sabe con qué nos vaya a salir porque para prometer si son buenos”, indicó, Gabriela Moreno, vendedora ambulante.
Alterna a la situación en el centro de la ciudad, en la plaza de mercado unos ciudadanos denunciaron que unas mujeres habían sido víctimas de agresión por discrepancias políticas.
“El señor Eduar Benítez comerciante del sector del Calzado atacó verbalmente y persiguió a un grupo de mujeres que están desempeñando su labor de entrega de publicidad de las diferentes campañas que se realizan en Chiquinquirá, esto porque ellas no coinciden con el candidato al que el señor apoya; hacemos un llamado al respeto, a la tolerancia qué no se agredan a las mujeres, ni a ninguna persona, todos los candidatos tienen derecho a realizar su campaña de manera libre, acá en la plaza de mercado todos los candidatos son bien recibidos, pero sí pedimos que el respeto esté por encima de todo”, comentó, Anderson Cuta, ciudadano indignado.
Por ahora, los vendedores ambulantes esperan una reubicación digna y las mujeres agredidas reclaman que no se les vulnere el derecho al trabajo, pues al entregar publicidad política lo único que están haciendo es consiguiendo el sustento.
“Nosotras solo estamos trabajando al igual que las señoras que se ganan la vida con sus puestos en las calles, parece que ahora es un delito ganarse la vida honradamente y trabajar”, dijo, Dennis Ríos, una de las mujeres agredidas.




