El señor Luis Miguel López de 74 años se enterró en el patio de su casa y se cosió la boca, como símbolo de protesta del abandono estatal al que se siente sometido, porque desde que lo robaron hace algunos meses padece algunas molestias físicas y perdió sus artículos de trabajo y sus condiciones de vida son precarias, además demostró que la invasión Tocaimita de la localidad de Usme, hay más de trescientas personas viven en pobreza extrema y el hace parte de esa comunidad tan afectada por la violencia del país.
El adulto mayor duro varias horas enterrado para evidenciar su terrible situación, algunos residentes del sector que dieron cuenta de lo que estaba pasando, intentaron socorrerlo, pero el afectado se negó. En vista de ello, llamaron a emergencias y al poco tiempo asistieron miembros de la Secretaria de salud, representantes de la Alcaldía Menor de Usme y los bomberos, al arribar le solicitaron a ciudadano soltar los hilos de su boca para poder hablar, después de una buena charla convencieron al damnificado de ir a un centro médico, donde realizaron estudios para determinar los daños que sufrió por enterrarse.
El afectado comentó que sus problemas empezaron desde que hace unos meses delincuentes le robaron un dinero que tenía destinado para comprar material para hacer sus artesanías, se quedó sin ingresos y fue a la Secretaria de Integración Social y otras entidades del gobierno, pero no lo ayudaron. Ante la difícil situación tuvo que vender algunas de sus máquinas y ya no tiene más fondos para subsistir, razón por la cual dijo que solo necesita un préstamo o un sustento para poder volver a trabajar en lo suyo.
Finalmente, el señor dijo que en su comunidad hay muchos ancianos en su misma condición y que por vivir en una invasión organizada por víctimas de la violencia y desplazados el gobierno los tiene abandonados, una muestra de ellos es que viven en casa hechas en madera, acero y no cuentan con ningún servicio público, lo que hace de este territorio un lugar precario para subsistir.

